Disruptivos en el arte 

León, Guanajuato

Arte y Tendencias

Disruptivos en el arte

Por Isidro Martínez Bueno    13/05/21

A lo largo de la historia han existido artistas que, desde diversas disciplinas, han cuestionado el arte, han puesto en tela de juicio el significado de la belleza o el canon de su época. Estos son algunos de ellos.

Para hablar de canon de belleza hay que comenzar por conocer el significado de la palabra. La Real Academia de la Lengua Española (RAE) entre sus acepciones define canon como “el conjunto de normas o reglas establecidas por la costumbre como propias de cualquier actividad”, así pues, en la historia del arte han existido periodos o tendencias que establecen características o parámetros sobre lo que debería ser, o no, arte.

Entre el siglo  xv y xvi el Renacimiento sentó las bases de un canon de belleza que perduró hasta el siglo xx. La ciencia y la razón fueron los cimientos y los artistas se volcaron hacia el conocimiento técnico para elaborar las piezas. La obra de arte era sinónimo de la destreza técnica, el ideal de belleza en arquitectura, pintura y escultura fue la búsqueda de la perfección de las formas mediante el dominio de la técnica y la habilidad manual para realizar las obras. La composición, proporción, equilibrio, simetría, perspectiva y punto se fuga fueron elementos de belleza utilizados en el Renacimiento y obras como El David de Miguel Ángel o La Gioconda (Mona Lisa) de Leonardo da Vinci aspiraban a la perfección absoluta para lograr un realismo en la representación. 

Hacia finales del siglo xix y principios del xx surgió en Europa una tendencia pictórica a la que el crítico de arte Roger Fry llamó Postimpresionismo. Esta tendencia estaba conformada por pintores como Vincent Van Gogh, Paul Cézanne, Paul Gauguin y Georges Pierre Seurat. Con un estilo propio, estos pintores se opusieron a reflejar fielmente la naturaleza alejándose del canon de belleza renacentista.

Los postimpresionistas abandonaron el realismo técnico y apostaron por una expresión individual, subjetiva y experimental. El artista se liberó de la técnica para embarcarse en una búsqueda personal y las aportaciones de estos pintores influyeron en otros movimientos artísticos.

Van Gogh utilizó el color y una pincelada expresiva como una manifestación de lo emocional subjetivo, lo que repercutió en el Expresionismo; Cézanne se alejó de la perspectiva tradicional utilizada para representar el espacio y fragmentó las formas por medio del color, lo que dio inicio al Cubismo; en su obra, Paul Gauguin abordó temas que no eran recurrentes en la pintura occidental de ese momento, el pintor viajó a Tahití para pintar con una paleta contrastante y de colores planos la vida de los habitantes de esa región. El Fovismo y el Simbolismo le deben mucho a Gauguin en el uso del color; en tanto, Georges Pierre Seurat realizó sus pinturas con pequeñas pinceladas de color a manera de puntos, el color no se mezcla en la paleta sino en el ojo de quien observa la obra, puntos azules y amarillos en el cuadro vistos a la distancia forman el color verde o puntos rojos y amarillos dan la sensación de color naranja. Seurat elaboró sus pinturas a partir del estudio del color y la función a nivel óptico. 

Estos pintores no solo rompieron con una forma tradicional de pintura heredada, también establecieron la base del arte Moderno y fueron un parteaguas para las Vanguardias artísticas del siglo xx.

En el siglo xx surgió en Suiza un movimiento de vanguardia denominado por sus fundadores como Dadá. El Dadá o Dadaísmo nació en el Cabaret Voltaire de Zurich en 1916. A través de lo irracional, lo espontáneo y el absurdo, buscaba romper los esquemas y normas establecidas en el arte y la sociedad.

El artista francés Marcel Duchamp fue uno de los más destacados de este movimiento; por medio de sus obras, puso en tela de juicio los parámetros del arte. Una de sus piezas características es La fuente realizada en 1917. La pieza consistía en un urinario de porcelana blanca colocado al revés sobre un pedestal el cual Duchamp firmó bajo el seudónimo R. Mutt. Fue concebida para la exposición anual de la Sociedad de Artistas Independientes de Nueva York, pero provocó tal escándalo entre los jueces que no fue incluida por ser considerada indecente. 

A estos objetos cotidianos elegidos por Duchamp, como el caso de La Fuente y varios más, el artista los denominó ready-made, objetos de uso cotidiano que el artista únicamente tomaba o se apropiaba para articularlos como arte cuando los extraía de su contexto original. Duchamp no solo buscó provocar con La fuente, ya que al mismo tiempo su ready-made iba en contra del concepto tradicional de arte que consideraba artístico un objeto o imagen a partir de sus elementos estéticos visuales: color, forma, composición, pincelada o uso de la técnica. Con el ready-made Duchamp desarticuló, a nivel artístico, parte del canon de belleza que estaba vigente.

Para él el arte no estaba en las características visuales o estéticas del objeto, estaba en la idea, si el artista escogía un objeto de uso común como un urinario y lo designaba como obra de arte, entonces es arte sin que por ello el artista tenga que realizar manualmente ese objeto. Al designar un objeto de la vida cotidiana como arte su significado se modifica y también la idea que había sobre ese objeto, de esta forma el arte se vuelve pensamiento e intelecto y abandona el plano del objeto y sus cualidades físicas o visuales. La fuente lleva al espectador a preguntarse si el urinario que observa es o no una obra de arte, pero también lleva a cuestionar la esencia misma del arte. En este proceso de dudas y cuestionamientos el espectador abandona la pasividad visual y tiene un rol más activo a nivel del pensamiento. 

La fuente de Marcel Duchamp fue olvidada hasta los años 50 y 60 cuando sus ideas fueron retomadas por varios movimientos artísticos como el arte conceptual, arte pop, land art, fluxus, entre otros. Por este motivo, el artista francés es quizá uno de los que más cuestionó no solo el canon artístico de su tiempo sino también de gran parte de la historia del arte. Sus aportaciones continúan vigentes; su concepción del arte, sus procesos artísticos y sus ideas, no solo se pueden observar en las prácticas artísticas contemporáneas sino también en el cine, la publicidad, la literatura, la música, el cómic, la moda y hasta la danza. 

Isidro Martínez Bueno. Artista visual radicado en la ciudad de León, Gto. Actualmente cursa un posgrado en arte en la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Su obra parte de la relación de lo individual, el mercado y lo político, abordando diversos mecanismos y contradicciones que se articulan cuando se relacionan el sujeto social, el capitalismo y el estado. Su obra recurre al uso del texto y abarca la pintura, la gráfica, el arte objeto y la impresión digital. 

Instagram: Isidromtzbueno

Este texto se publico originalmente en la Revista Cultural Alternativas 128

 


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