Las mujeres del sol naciente 

León, Guanajuato

Ciencia, Educación y Tecnología

Las mujeres del sol naciente

Por José Luis Rojas Aldana   09/03/20

Hay muchas mujeres que tienen la capacidad de convertirse en grandes científicas. Me gustaría ver un día en que las mujeres puedan contribuir en ciencia y tecnología en una posición de igualdad a los hombres.

Katsuko Saruhashi

En el 2014, recuerdo haber leído en Internet un artículo con el título: Uno de cada siete científicos en Japón es mujer, una tasa realmente baja para un país con un desarrollo científico y tecnológico tan alto. Este encabezado surgió a raíz de la publicación de la investigación realizada por la doctora Haruko Obokata para el gobierno nipón.

En ese mismo año la parlamentaria Ayaka Shoomura declaró en su discurso en favor de las madres trabajadoras en Japón: “Cuando las mujeres brillen con luz propia, Japón será más y más radiante”, lo que causó en el público oriental la desaprobación y en el occidental las siguientes interrogantes: ¿Por qué hay tan pocas mujeres científicas en Japón?, ¿Japón es machista? y ¿Qué pasa con las mujeres?

Visto desde la mirada occidental, en Japón las mujeres, al igual que los hombres, parecieran encasillados a desarrollar actividades determinadas por el género. Sólo el 10 por ciento de los cargos de Dirección en la empresa privada son ocupados por mujeres y es similar en la Administración Pública, conforme el artículo El papel de la mujer en Japón, del sitio Cibercultura.

La imagen de la mujer japonesa ante occidente es mayormente relacionada a caracteres exóticos, estereotipos e inclusive al uso incorrecto de términos como geisha. ¡No todas las mujeres en Japón son geishas!, y no todas quieren serlo.

“Hasta hace muy poco era muy difícil para las mujeres vivir como solteras”. Debían casarse antes de los 25 años porque después “su valor como novia decaía rápidamente”, menciona el profesor de la facultad de Educación de la Universidad de Chiba, Kazuo Sato. “La actual generación joven sabe cómo es crecer con una madre que trabaja”, menciona, Suzanne Akieda, arqueóloga belga que vive y trabaja en Japón desde hace 40 años.

Mujeres japonesas y la ciencia

Katsuko Saruhashi es una de las pioneras de la ciencia en Japón y es considerada una de las principales promotoras de las mujeres para el desarrollo científico y tecnológico en su país. Esto es gracias a que sus padres tenían la creencia de que las niñas también deben recibir educación y a que su madre la alentó a continuar preparándose y acceder a conocimientos técnicos para su independencia.

Fundadora de la Sociedad Científica de Mujeres Japonesas, Saruhashi fue la primera mujer elegida como miembro del Consejo Científico de Japón y obtuvo el Premio Miyake de Geoquímica, gracias al trabajo de 35 años en el Instituto Meteorológico del Ministerio de Transporte de Japón.

"Trabajé duro (...) Me concentré completamente en aprender a hacer ciencia. Pero ese no fue un es- fuerzo que hice como mujer para competir contra los hombres. Sabía que si trabajaba mucho podía descifrar lentamente los secretos de la naturaleza (...) era una alegría, la alegría que disfrutaba cada día investigando". Katsuko Saruhashi

Su investigación sobre sustancias de ácido carbónico en aguas naturales, en 1954, y su trabajo en la medición de radioisótopos artificiales en el agua de mar, abrió un nuevo camino en oceanografía; ya en sus últimos años su investigación estuvo enfocada en el estudio de la lluvia ácida y sus efectos.

"Antes de hombres y mujeres, somos seres humanos. Eso es sentido común. Si quieres hacer algo, hazlo".

Mukai Chiaki

Mukai Chiaki es conocida por muchos como la astronauta japonesa de mayor prestigio internacional, en gran parte por sus innumerables contribuciones a la medicina espacial.

Egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Keio, en 1977, obtuvo certificado como cirujana cardiovascular por la Sociedad Japonesa de Cirugía. Fue seleccionada para participar en el primer test de procesamiento de materiales llevado a cabo por el Spacelab-l, en la misión STS-47, gracias a su adscripción a la agencia espacial japonesa NASDA (National Development Agency) en 1985 y posteriormente a la agencia espacial NASA.

Entre las condecoraciones que ha recibido se encuentran: la Medalla por Servicios Extraordinarios de la Sociedad Japonesa de Mujeres Científicas (1996), el Reconocimiento Especial del Congreso de Estados Unidos (1995), la Medalla Vaux de la Federación Aeronáutica Internacional (1995), la Medalla de Servicios Distinguidos en el Progreso de la Biología Espacial de la So- ciedad Japonesa para Ciencias Biomédicas en el Espacio (1995), entre otros.

"Simplemente no puedo dejar de observar cuando pienso que uno nunca puede saber cuándo la naturaleza nos mostrará algo inusual".

Hisako Koyama

En los años 30, Koyama realizó sus estudios superiores para chicas; sin embargo no pudo terminar su preparación y optó por ser autodidacta. Su gran pasión siempre fue la astronomía e incluso fabricó un pequeño telescopio con el que comenzó sus primeras investigaciones.  Pasó una década hasta que su padre le regaló un telescopio y así comenzó sus investigaciones sobre el Sol de una forma más formal.

Elaboró un riguroso y organizado registro y envió los resultados al presidente de la sección solar de la Asociación Astronómica Oriental, Issei Yamamoto, quien constató el descubrimiento de manchas solares, gracias a este descubrimiento Koyama fue contratada como ‘observadora’ del personal en el Museo de Ciencias de Tokio, hasta su retiro en 1981. Gracias a su trabajo es conocida como uno de los astrónomos más reconocidos a nivel mundial con más de 10 mil bocetos registrados. Uno de sus más destacados logros fue el registro de la mayor mancha solar del siglo XX.

El lugar que han dejado estas tres mujeres del sol naciente, es una demostración de que los obstáculos nos los ponemos nosotros, y cuando tenemos la pasión por el descubrimiento, los elementos postergables que dejamos pue- den ayudar a entender e incluso hasta cambiar nuestro mundo. 

Este texto se publicó originalmente en la Revista Cultural Alternativas 115: http://bit.ly/Alternativas115


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