El cuidado del ambiente ¿moda o cambio generacional?

“SIETE MIL MILLONES DE SUEÑOS. UN SÓLO PLANETA. CONSUME CON MODERACIÓN”. Este fue el lema con el que se celebró el Día Mundial del Medio Ambiente en 2015, un esfuerzo importante que la ONU, a través del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), dependencias gubernamentales, asociaciones civiles y ciudadanos en general, realizan para identificar y difundir las problemáticas ambientales que se generan con el consumo desmedido de productos y se hace visible la presión que se ejerce sobre los recursos naturales y el cambio climático a causa de esta cultura del consumo.  

En el modelo de desarrollo en que vivimos actualmente, los productos que utilizamos se mueven en una cadena de procesos que inicia con la extracción de materia prima, seguida de la transformación en productos, distribución, consumo y desecho; es por lo general un proceso lineal con entradas y salidas con poca o nula retroalimentación. 

En este sistema, mientras más rápido sea el consumo, más dinámico se concibe el desarrollo; en cambio, si no se adquiere con rapidez, se encienden las alarmas debido a que el modelo se desacelera o detiene. Es a través de este proceso que se pone en riesgo la disposición de recursos naturales por la sobreexplotación y, por otro lado, se descargan miles de toneladas de residuos, vertidos de agua residual y emisión de contaminantes atmosféricos generados por el término de la vida útil de los productos y emitidos en los procesos de fabricación y transporte. 

En los últimos años, se han desarrollado con gran intensidad campañas publicitarias enfocadas al cuidado del ambiente, como la disminución del consumismo, la protección de la vaquita marina, el cambio climático, el uso de productos biodegradables, cuidado de las abejas, entre muchas otras; de igual forma, varios gobiernos municipales han establecido reglamentos prohibiendo el consumo de plásticos de un sólo uso como las bolsas, productos desechables y popotes. Todas estas acciones han impactado en la sociedad generando un cambio en la concepción del consumo y el cuidado del ambiente, pero ¿se está dando realmente un cambio generacional a favor del cuidado del ambiente o el tema es una moda pasajera? 

Este furor ha incidido positivamente en la sociedad de tal forma que se ha sensibilizado a las personas hacia el consumo responsable y el cuidado del ambiente, hoy en día niñas y niños, jóvenes y adultos hablan del uso de productos biodegradables, del ahorro de energía, entre otras acciones bien intencionadas; no obstante, con frecuencia se presentan situaciones en las que las personas abanderadas con el título de la protección ambiental defienden causas o situaciones en las que no se tiene un diagnóstico correcto, por ejemplo, se oponen a la tala de árboles aún cuando en ocasiones es necesario por enfermedad, por presentar un riesgo para la población o el ecosistema, o para generar una vialidad que permita la fluidez vehicular y disminución de gases de combustión. El mercado también ha aprovechado esta situación ofertando infinidad de ‘productos verdes’ aún cuando en la mayoría de ellos no se tiene la certeza de su biodegradabilidad. 

Si bien este momento puede ser el comienzo de un cambio generacional aprovechando esta sensibilidad generada en las personas, es necesario tomarlo con responsabilidad y proporcionar información completa y confiable sobre estos temas y propiciar acciones que generen resultados positivos y tangibles en pro del cuidado ambiental, ya que de lo contrario se perderá el auge y quedaría como una moda pasajera.

Mtro. Ever Chávez Ornelas. Ingeniero en Tecnología Ambiental por la UNIDEG, cuenta con una Maestría en Medio Ambiente por parte de la UIA León, estudia temas de gestión ambiental y sustentabilidad. Actualmente coordina la Maestría en Medio Ambiente con enfoque en sustentabilidad y el Programa Institucional de Sustentabilidad en la Ibero León. 

Este texto se publicó originalmente en la Revista Cultural Alternativas 112: http://bit.ly/RCAlternativas112