Literatura: diversión y libertad

“Quien piensa que las ferias del libro son ‘elefantes blancos’ no ha visto cómo inciden, por la posibilidad de la gente de entrar en contacto con libros, con autores y con una oferta cada vez más amplia”, dijo Fernanda Melchor.

El placer de la lectura, asegura Fernanda, le nació desde muy pequeña, pero la posibilidad de verse y volverse escritora tuvo un punto de partida muy específico en su natal Veracruz.

“Yo recuerdo que la feria de la UV era algo muy padre, era algo que te abría los horizontes, algo que te daba la posibilidad de entrar en contacto con algo que normalmente no tenías.

Recuerdo que muy chica fue Elena Poniatowska, y para mí fue todo un suceso ver a una mujer escritora en un momento en el que pues a mí me gustaba mucho la lectura pero todo lo que yo veía eran escritores, señores, jamás había conocido a una mujer que escribiera, y ese ejemplo, esa figura fue para mí muy interesante”.

Desde entonces se adentró en la lectura fuera de los clásicos y comenzó a buscar con cierta rigidez autoras contemporáneas, feministas y revolucionarias que retrataran en sus libros realidades con las que pudiera sentirse identificada. Ésta fue una de las razones por las que cuando entró a la universidad eligió periodismo sobre letras.

Muy joven obtuvo una beca del Fonca y asistió a un taller con Mario González Suárez y después asistió a otro con Martín Solares, en Oaxaca. Ambos profesores y experiencias se convirtieron no sólo en un aprendizaje profundo, sino en una prueba de fuego para sus obras, pues se enfrentó a lectores no complacientes y críticos expertos.

“Yo creo que el principal objetivo de un taller no es estar ahí y que te digan qué hacer o qué no hacer, yo creo que la principal ventaja de un taller es tener un conjunto de personas que te leen, porque cuando uno está empezando eso es lo que más necesitas, poder poner tus escritos a prueba y que se defiendan solos”.

Los talleres rindieron frutos y en 2013, Fernanda publicó sus primeros dos libros Falsas liebres y Aquí no es Miami, siendo esta última la publicación que la trajo a la Feria Nacional del Libro de León.

Fernanda Melchor llegó por primera vez a Fenal en 2018, para participar con una presentación editorial y en la mesa de diálogo “#MeToo Sí, también escribimos crónicas”, con Susana Iglesias y Diana del Ángel.

“Me pareció un evento muy concurrido, con un público muy participativo, con muchas ganas de interactuar con los escritores.

Algo que me dio mucho gusto ver fue el gran número de lectoras, el gran número de mujeres que participaban, que se levantaban, que preguntaban y que pedían firmas y que estaban ahí haciendo comentarios”.

Aquella, su primera participación en Fenal, significó para Fernanda una corroboración que así como Poniatowska fue una inspiración en su juventud, ella ahora es un ejemplo no sólo para su hijastra (a quien le inculca la lectura como una forma de diversión), también para otras mujeres que buscan hacerse un camino en la industria literaria. Experiencia que busca repetir.

Entre presentaciones editoriales en Francia, Alemania y Austria, por la traducción en italiano, francés, alemán, holandés, griego, hebreo, turco e inglés de su exitoso y más reciente libro, Temporada de huracanes, Fernanda Melchor regresará a León para ser parte de la programación de Fenal en su edición 30, participando en varias actividades, incluyendo el ciclo ‘Realismo Guanajuatense: de Ibargüengoitia a José Alfredo Jiménez’.

“Yo recomendaría tanto a escritores que la visitaran (Fenal), que participaran, como también recomendaría al público que asistiera, porque creo que la variedad de eventos y la variedad de temáticas que abordan pueden interesarle a una amplia variedad de personas”.