Jóvenes, los olvidados por la democracia

Las clientelas electorales se definen, por lo general, en función de su representatividad numérica dentro de la población y con base en los discursos que estén de moda. En esta tónica, las personas jóvenes resultan ser un referente atractivo para los y las candidatas a los distintos cargos de elección popular; no obstante, lo hacen con un sesgo estereotipado a partir de lo que se concibe desde el imaginario colectivo como juventud.

La juventud es asociada a una idea de esperanza y futuro, por lo que se relaciona con cuerpos sanos, heterosexuales, solteros y desempeñando un rol de estudiantes; de este modo las propuestas programáticas de las y los políticos se limitan básicamente a ofrecer becas, áreas de portivas y empleo, olvidando con ello una fuerte realidad.

Una inmensa mayoría de la población joven en el estado (56.55%) trabaja y no cuenta con un empleo formal; 24,462 jóvenes no sabe leer ni escribir y según cifras del Consejo Nacional para Prevenir y Erradicar la Discriminación, el 51.8% de los jóvenes guanajuatenses ha sido víctima de discriminación, por ser mujer, por el color de piel, por el aspecto físico, por orientaciones sexuales, por ser pobre, por no estudiar, por ser joven y ser madre o padre.

Es decir, los discursos políticos que se construyen en el contexto de la contienda electoral se dirigen a una minoría considerable, y esto trae como consecuencia el fortalecimiento de la invisibilización de la inmensa mayoría de la población joven que no cumple con el estilo de vida, estado civil y salud aceptables.

Las personas jóvenes que no tienen ese perfil deseable quedan desdibujadas del espacio público, ¿cómo se van a identificar con alguna propuesta política? Si no los enuncian en los discursos, si sus realidades están muy distantes de la juventud a la cual se valora, si existe una violencia estructural hacia ellos. Su condición ciudadana menguada es producto de las condiciones bajo las cuales subsisten en la sociedad.

Resulta muy fácil estigmatizarlos con el adjetivo de millennials con la clara intención de reducirlos a personas apáticas, insensibles, con intereses efímeros, capaces de adaptarse fácilmente a los cambios sociales, eficientes en el uso de la tecnología y por tanto absorbidos por esta. La juventud es un abanico de realidades atravesadas por carencias, desigualdades, violencias, discriminación, falta de oportunidades, entre otras problemáticas.

Hoy en día existe una basta literatura que habla sobre la desafección de los jóvenes por la política, y a esa literatura le hace falta reflexionar que la condición ciudadana no es un estatus que se adquiere de manera espontánea al cumplir la mayoría de edad, 18 años para el caso mexicano, sino que el interés por la vida colectiva se va construyendo desde la infancia a partir de condiciones de vida digna.

Aunado a lo anterior, es preciso pensar ¿por qué los jóvenes tramitan la credencial de elector?, y ahí se encontrarán cuestiones muy interesantes, por lo general lo hacen para entrar a los antros, para ser registrados en una nómina, para cambiar cheques o bien para realizar a su vez otros trámites de carácter administrativo, y pocas veces es con la finalidad de participar en contiendas electorales.

Las y los candidatos hacen referencia a una minoría hegemónica que no presenta problemas, y aquí queda la duda si esto ocurre porque realmente desconocen la realidad o es un camino fácil para evadir la tarea de enfrentar las distintas problemáticas que viven los diversos cuerpos jóvenes. Uniformar, homogeneizar, es el camino más fácil para ignorar lo que no gusta, lo que cuestiona la idea del desarrollo y el progreso. ❦

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática, en el estado de Guanajuato existen 1,139,259 ciudadanos jóvenes entre los 18 y 29 años, de los cuales sólo estudia el 5.1% loq ue indioca que el 94.82% restante está lejos del ideal que se enuncia en los discursos políticos. 

Texto publicado originalmente en Revista Cultural Alternativas no. 95. Jóvenes, los olvidados por la democracia.