Una nueva casa para ‘El Kino’

Visitamos la nueva casa de El Kino, hogar de un gran número de artistas, emprendedores, promotores y proyectos culturales. Ahora en un espacio más amplio ubicado en el tradicional Barrio Arriba, El Kino amplía sus servicios y ofrece a sus visitantes una experiencia culinaria que los dejará con ganas de más. Conoce esta nueva cara de un espacio que ya es conocido en la ciudad.  

Tras permanecer seis años sobre la calle 5 de febrero con el nombre de Kino Room; el hogar de proyectos de gran alcance como la asociación civil Cine Colectivo Guanajuato y el encuentro de teatro La Comuna cambia de sede y se muda a una casa antigua de cantera y grandes dimensiones en el tradicional Barrio Arriba, con miras a posicionarse como uno de los espacios culturales independientes más importantes de la ciudad y un restaurante de alta calidad.

Este nuevo espacio, bautizado simplemente como El Kino, buscará ser un proyecto mucho más sustentable en el que se realizarán varios espectáculos de forma simultánea, gracias al tamaño del lugar. En palabras de Christian Vilches, uno de los iniciadores de este proyecto: “la gente fue moldeando El Kino a su antojo” y esta nueva faceta responde a que tanto los promotores culturales de la ciudad, como el público, son más exigentes y el nuevo espacio responde a esta demanda.

“Desde los inicios teníamos los ojos puestos en lo que la gente nos exigía y pronto tuvimos tres galerías, dos foros, un cineclub y al poco tiempo comenzamos a ofrecer pizzas, pulque, café y muchas cosas más. Quedarnos en el Centro ya no era saludable para nosotros, porque nos exigía convertirnos en bar. Fue entonces cuando nos dimos a la tarea de buscar un nuevo hogar y después de un año encontramos la casa perfecta, el nuevo hogar de El Kino”.

Este nuevo proyecto exigió también un nuevo equipo de trabajo y muchas manos que se sumaran a levantar este espacio colectivo. Fue entonces cuando un grupo de amigos con profesiones muy variadas, se conformó.

Abdiel Miranda es el encargado de la cocina. Su conocimiento de más de cinco años como gerente de Antares queda al descubierto en cada platillo que se sirve en la mesa. Para Abdiel, su más grande ambición es ofrecer deliciosos platillos a precio justo, con miras a convertirse en un restaurante de calidad. De momento, El Kino ofrece delicias como sus tapas españolas o su lasagna. La comida italiana y los ‘Viernes botaneros’ son dos de sus principales atractivos. 

A este equipo se sumó Osiel Villegas, el abogado que lleva la parte administrativa y se hace cargo de los permisos y el papeleo. Para Vilches la llegada de Osiel fue de gran alivio, ya que “podían dejar de preocuparse por las cuestiones burocráticas y dedicarse de lleno a los proyectos culturales”. En la parte técnica se encuentra ni más ni menos que el jefe de foro del Teatro del Bicentenario: Vicente Hinojosa, quien, al igual que en el teatro, se encarga de la parte técnica con la misión de que El Kino cuente con uno de los foros de danza más dignos de la ciudad.

El cineasta y promotor cultural Christian Vilches continúa en el proyecto.

Aunque acabamos de nombrar a los actuales socios del Kino, no son los únicos que han ayudado mantener en pie y mejorar este centro cultural que cada año abre sus puertas a los artistas y promotores. A este proyecto también se suma un gran número de personas, entre ellas la bailarina Johana Muñiz, Jesús Garnica y Martín Castro, entre otros.

El Kino abre sus puertas todos los días y ofrece servicio de cocina de lunes a viernes de 13:00 a 22:00 horas.

El nuevo Kino tiene todo lo que el anterior y más. El encanto de una casona antigua resguardará de ahora en adelante talleres de creación literaria, exposiciones, obras de teatro, cineclub, grupos de diálogo y los proyectos de casa como La ciencia en el Kino, que se lleva a cabo todos los jueves.

La Comuna, que atraviesa una evolución, y Cine Colectivo Guanajuato seguirán desarrollando sus actividades aquí, en este espacio dedicado al arte, el diálogo y la alta cocina. 

El Kino

Hidalgo 410, Obregón

FB: El Kino MX

• Texto publicado en la Revista Cultural Alternativas n85 Julio 2017