Adiós a Dylan, entrevista a Alejandro Carrillo 

León, Guanajuato

Literatura

Adiós a Dylan, entrevista a Alejandro Carrillo

Por Karla Gasca    13/07/17

Alejandro Carrillo nos comparte su experiencia al escribir la novela ‘Adiós a Dylan’ con el que ganó el Premio Mauricio Achar de Literatura Random House 2016. Para lograr este texto invirtió 6 años de su vida investigando sobre su ídolo musical, escuchando todos sus discos, leyendo las letras de sus canciones y viendo videos de sus conciertos y presentaciones. 

 

Omar tiene 19 años y una sola obsesión en su vida: Bob Dylan. Tanto, que se enamora de una chava que se llama Sara, igual a la primera esposa del Nobel. Esto es parte de la premisa de ‘Adiós a Dylan’, novela de Alejandro Carrillo con la que obtuvo el Premio Mauricio Achar de Literatura Random House 2016. Iniciático, con influencias de la generación Beat, es un libro sobre los ídolos y los ideales a los que nos colgamos para crecer; un encuentro íntimo entre la literatura y la música. Entrevistamos a Alejandro, para que nos contara de ese mundo casi obsesivo de ser escritor.

 

¿Qué opinión tienes de que Dylan haya ganado el Premio Nobel?             

Me hace muy feliz. Creo que es un cambio de paradigma, de reconocer que la literatura no solo está en lo escrito y también una manera en la que el valor literario se acerca a la gente de a pie y se aleja de los intelectuales. Un recordatorio de que la voz lo es todo, la palabra y el sonido. Es importantísimo porque la literatura fue voz antes de ser escrita. Me gusta eso y que Bob haya venido a agitar las aguas de una manera tan chida.

¿Cuál fue la parte más complicada en el proceso de creación de Adiós a Dylan?

Yo creo que la constancia por un lado, momentos en los que dejé de escribirla o la solté. Tener la confianza de que la historia seguía viva y que necesitaba ser escrita. Me volví a enfrentar a ella y después, momentos difíciles de pasajes que no sabía que iban a ocurrir y que ocurren y fueron dolorosos para mí de escribir. Eso y por un lado el miedo de estar escribiendo algo que nunca saliera a la luz, que fuera la confirmación final de que no tenía talento. Enfrentarme a todas esas cosas al mismo tiempo fue lo complicado.

¿A cuántas fuentes tuviste que recurrir para escribir tu novela?

Me tardé seis años en escribirla; escribí seis borradores y la corregí muchas, muchas, muchas veces. Todavía después de que ganó el premio le di una corregida más. Y fuentes pues muchísimas, son más de 30 libros, documentales, me descargué toneladas de gigabytes, conciertos piratas. Acababa de haber un concierto y a las dos horas ya tenía la grabación, foros, expecting tram, noticias, videos, obviamente los discos, una y otra y otra vez, libros de letras análisis, ensayos. Y no fue nada pensado, eso fue lo chido de escoger un tema que me apasionaba: que cuando no escribía me la pasaba leyendo un montón sobre Dylan y era delicioso y a la vez sabía que estaba trabajando en el libro.

¿En qué momento sabes cuándo hay que terminar la historia?

Cuando sentía que ya no podía mejorarla más. Cuando sentí que ya había dado todo lo que tenía que dar y que por más que buscara errores o mejorías ya no podía haber nada más. Después la volví a leer varios meses después de haber ganado el premio y le corregí más cosas. Quizá pude haber hecho más, pero ya no me sentía tan conectado, me había despegado mucho tiempo de la novela y solo así pude dejarla.

Menciona algunos escritores que te hayan marcado e influenciado, así como tu top 5 de bandas musicales imprescindibles.

Me gustan estas preguntas. Jack Kerouac, Bret Easton Ellis. A veces lo olvido en las entrevistas, pero no puedo dejar de recalcar la influencia literaria de Easton Ellis en mi vida. En este presente perfecto constante vertiginoso, sin duda Nick Hornby, y en otros sentidos Ray Bradbury; hay tantos. Grupos musicales: Bob Dylan, Tom Waits. Cake es de mis bandas favoritas, Rubén Blades que me fascina y ¿por qué no a Juan Luis Guerra? También me gusta mucho.

Conocíamos una faceta de ti como programador de Sitios Guau ¿Por qué escribir y por qué sobre un personaje obsesionado con Dylan?

Me avergüenza lo de Sitios Guau… yo en realidad quería decir que era escritor y jamás me imaginé programando o haciendo sitios web y todo eso. Eso fue literalmente algo que me inventé en el camino para sacar “pa´ la papa”, porque según yo iba a ser eso más fácil que vivir de escribir; eso me avergonzaba y no es algo que ahora me haga sentir muy orgulloso. Ahora, decir que soy escritor es algo que me emociona y me enorgullece mucho.

Me gustan mucho los personajes obsesivos, fanáticos, y bueno, Bob Dylan, porque me encanta y porque hay mucha resonancia entre la vida personal de Dylan y mi personaje, porque al igual que él también buscó a su ídolo y también aprendió a despedirse de su ídolo para ser el mismo. Soy fan, no tanto como mi personaje, pero si soy fan y fue una delicia de escribir.

¿Cómo balanceas tu vida personal con tu vida profesional y tu faceta de escritor?

A: Mi vida profesional es ser escritor. No es una faceta, esa es mi vida. Todo mi día se va en eso, en dar clases, dar talleres, en mi sitio web de Tinta Chida, buscar chambas para escribir en otros lados, todo lo que tiene que ver con escribir. Nunca es realmente un balance, pero estoy contento, estoy dejando de pelearme conmigo mismo. Por ejemplo, ahorita que nació mi hija no puedo escribir todos los días, pero me adapto, trato de ser paciente, de no estresarme más de lo debido y de disciplinarme para no soltarlo.

¿Cuáles son los temas que te obsesionan actualmente?

La pérdida del control. Cuando la sombra es demasiado fuerte y el lado oscuro, los instintos, la sombra, termina tomando el control de la mente. Eso, relacionado con la muerte, me inquieta y es sobre lo que estoy escribiendo ahora.

Nos puedes compartir un poco de tu proceso creativo ¿Algún consejo para los jóvenes escritores?

Generalmente escribo a las 9 de la mañana después de dejar a mi hijo en la escuela. Desayuno, me preparo un café y trato de escribir sin parar, aunque diga pura pendejada, ya después lo corrijo y cuando de plano no sale nada, me pongo a leer o me tiro al piso a escuchar música. Escribir no solo es teclear, es entender la historia, entender qué relación tiene conmigo, en fin, todo eso.

Consejo: que escriban de lo que les duela y lo que verdaderamente les importa. Van a encontrar mucho más valor si utilizan la literatura justo como una revelación y no como puro entretenimiento. No estoy hablando que no se pueda escribir sobre ciencia ficción o fantasía,  por supuesto que la ciencia ficción y la fantasía tienen que ver contigo cuando tus personajes comparten tus heridas. Que pongan ahí su alma, que la encueren y que hablen de lo que les duele y lo que les importa.

¿Qué te encuentras escribiendo en este momento?

Estoy escribiendo una novela donde la protagonista es una chica de 16 años que es reguetonera y muy creyente de San Judas Tadeo; se le aparece y hacen un viaje al inframundo. El trabajo con el lenguaje me está emocionando mucho. Es un proyecto que me entusiasma mucho.

¿Cómo ha cambiado tu vida a raíz de la creación de esta novela y de haber ganado el Premio Mauricio Achar?

Ha cambiado en el sentido de que ahora sé que por lo menos este primer intento tuvo resultados, porque mucha gente lo leyó y estoy satisfecha. El premio me ha abierto puertas, ahora es más fácil que la gente asista a mis talleres, es más fácil que me inviten a escribir en revistas y salen más oportunidades. Todo eso me ayuda a estar cada día más enfocado en ganarme la vida solamente de mi oficio.

Visita la página de Alejandro Carrillo: Tinta Chida 

 

 


Historias Populares
Historias Recientes

Instituto Cultural de León

Oficinas Generales
Edificio Juan N. Herrera s/n
Plaza Benedicto XVI, s/n
Zona Centro
León, Guanajuato, México.

E-mail: prensaicl@gmail.com
Teléfonos: (477) 716 4301 - (477) 716 4899