Xavier Velasco: inolvidable en la FeNaL

Después de cinco años de ausencia, Xavier Velasco visitó la FeNaL 2017 en su último día de actividades. El escritor, considerado uno de los exponentes más importantes de la narrativa mexicana contemporánea, hizo pasar un rato muy ameno a los visitantes de la Feria al presentarles, de manera peculiar y divertida, a los personajes de su más reciente novela: Los años sabandijas.

Uno de los eventos más esperados de la FeNaL, llegó durante su último día de actividades al Patio de los Cuentos, con la visita del escritor Xavier Velasco y la presentación de su más reciente libro: Los años sabandijas.

Velasco, quien obtuvo el Premio Alfaguara por su novela Diablo Guardián (2003), se subió al escenario frente a un cuórum de aproximadamente 200 personas. Durante la charla, combinó su autobiografía con múltiples relatos de los años 80´s para introducir al público en la historia que dio vida a Los años sabandijas, y compartió los rasgos más particulares de los personajes centrales de esta novela: Ruby y Roxy.

El autor bromeó sobre su vida pasada y exaltó la importancia de la mujer en el mundo. De igual forma, compartió su particular manera de disfrutar del oficio de la escritura y habló sobre sus proyectos anteriores a Los años Sabandijas, novela que gira en torno a historias de golfos, encueratrices, matones, iluminados, travestis, chantajistas, pandilleros, leyendas de Hollywood, yuppies palancudos, convictos reincidentes y ratas de cuello blanco.

“Una de las cosas más absorbentes de una novela es no saber qué va a pasar. Algunas veces despierto con el miedo de perder mi capacidad de contar historias”, señaló.

La presentación llegó a su fin con una breve historia de amor. Su última frase fue aplaudida enérgicamente por el público: “finalmente comprendí que siempre que tenga un problema grande, de ahí sólo me podrá sacar una mujer”. 

Al finalizar la presentación, una larga fila de lectores se dio cita afuera de la sala Charles Pierre Baudelaire, donde Velasco realizó la firma de autógrafos, atendiendo a cada uno de sus seguidores, sin temor de perder su vuelo de regreso a la Ciudad de México.