Tarot: la representación del futuro

Una bruja con sombrero acompañada por un gato negro, o una gitana con sus faldas y monedas colgando en su cintura, son sin duda algunas de las imágenes que vienen a nuestra mente al escuchar la palabra tarot, al igual que las ideas de adivinación y predicción del futuro;  sin embargo leer el tarot es un arte que se concentra en anunciar posibilidades. 

Las imágenes que se representan a través del tarot son las que ideológicamente nos hacen referencia en nuestra cultura a este arte de la adivinación, formando una niebla de ilusión y misterio alrededor de esta labor. Sin embargo, el tarot es mucho más que la imagen mitificada de la bruja y su bola de cristal. Es una herramienta que orienta e incluso nos puede contar la historia de vida de alguien.

El tarot es una de las herramientas principales dentro de la práctica de la adivinación, más específicamente de la cartomancia, que es el uso o empleo de naipes, cartas especificas (tarot, baraja americana, inglesa, por ejemplo) o cartas de consejo (llamadas oráculos), y es también una de las herramientas más populares y antiguas en su utilización.

Abarca 78 naipes o cartas, divididas en 22 cartas primarias llamadas arcanos mayores, que representan situaciones, condiciones, facultades o lecciones importantes en la vida y pueden interpretarse también como estados del alma; es decir, estados que en determinado momento o en relación a alguna problemática, pueden presentarse en la vida del hombre. 

La segunda parte consta de las 56 cartas restantes; estas a su vez se dividen en cuatro grupos o ‘palos’, que representan a los cuatro elementos antiguos. Los bastos: fuego y las pasiones; las copas: agua y los sentimientos; las espadas: aire y el intelecto o razón, y los oros: tierra y la fertilidad (economía, mundo físico y materialización).

Dentro del gremio de ocultistas que practican la adivinación, se tiene en claro que leer el tarot es un arte, porque implica una preparación real y exhaustiva. El tarot representa el mundo interno de la humanidad, lo simbólico que aguarda a ser descubierto en la mente de la colectividad, e interpretado por ojos expertos para poder ser aplicado a la vida de otro ser humano, acoplando los significados y dándoles forma.

Por lo general se tiene la idea de que el tarot dicta y sentencia el futuro, sin embargo, esto es falso; ya que se limita a anunciar posibilidades y nunca determina de manera arbitraria: la verdadera lectura reconoce al libre albedrio. A pesar de ello, hay quienes con poca experiencia se atreven a dictaminar en consultas arbitrarias, resultados errados o fuera de toda objetividad, por lo cual se ha tildado de charlatanería a este noble arte.

Los ocultistas, esotéricos y practicantes del arte Arcano (se le llama así al conjunto de conocimientos “ocultos”) señalan generalmente tres áreas de incidencia:

Área esotérica: referente al arte de la adivinación como tal, es decir, la capacidad de contemplar el pasado, presente o futuro, y en base a ello predecir o informar sobre eventos y sucesos.

Área simbólica: esta área representa el tiempo actual en referencia, es decir, describe al sujeto en ese determinado momento de su vida, las lecciones que atraviesa, las lecciones que sería conveniente que aprendiera de este suceso, las herramientas con las que cuenta para resolver sus problemáticas, las áreas de oportunidad a desarrollar. Todo esto en tiempo y ciclo presente.

Área psicológica: Carl Gustav Jung, psicoanalista suizo, con sus teorías sobre el inconsciente colectivo y el pensamiento arquetípico, sentó las bases del uso del tarot de forma terapéutica, ya que presentaba y entendía los simbolismos y significados del tarot como proyecciones del mundo interno e inconsciente del ser humano. Por lo tanto, era posible hacer una disección psicológica en su mente y contemplar sus motivaciones y actitudes como expresión de una influencia determinada, representada en una carta del tarot. Todo esto bajo una preparación especializada al extremo, ya que es una gran labor y responsabilidad mayor el acompañamiento de la transformación del ser.

Para Jung, el tarot representa los estadios del ser humanos a lo largo de su vida, idea que también el autor contemporáneo Alejandro Jodorowsky comparte y ha abordado más a fondo.

• Texto publicado en la Revista Cultural Alternativas N77 Octubre 2016