Acción Poética, sacar la poesía a las calles

“Más allá de un proyecto de promoción de la literatura y la lectura, específicamente de la visualización de la poesía en espacios públicos, es un asunto de comunicarnos”.

Armando Alanís Pulido

Hace 25 años, el escritor y catedrático mexicano Armando Alanís Pulido comenzó a invadir las calles de Monterrey con letras, específicamente con su poesía; esta irrupción creativa en espacios públicos dieron paso a uno de los movimientos más representativos del arte urbano en el mundo respecto a la literatura: Acción Poética.

El proyecto, para quien lo desconozca, consiste en intervenir los espacios urbanos con poesía a manera de grafiti; se fondean las bardas de blanco (simulando una página) y se escriben versos. Entre las características establecidas para esta acción, se recomienda siempre utilizar el fondo blanco, letras de molde negras, emplear entre 8 y 10 palabras, y no hablar de política o religión.

Aunque es probable que Alanís no haya sido el primero en hacerlo, es evidente que su manera de abordarlo generó una conexión inmediata con la sociedad ―con distintas sociedades―, pues a lo largo de su historia el proyecto se ha realizado en alrededor de 40 países y muchísimas más ciudades, aún cuando en sus inicios no existían plataformas digitales que permitieran la gran difusión con la que ahora se cuenta.

“Es muy raro que te enfrentes a la crítica directa, pero cuando alguien te dice que esa frase le cambió el día o le movió cosas y esas cosas las compartió, a mí me pone muy feliz. Creo que vale la pena y ha valido la pena todo el esfuerzo de tratar de visualizar la poesía, que forme parte del paisaje urbano y que tenga acceso a más gente”, expresa el fundador de este movimiento a través de una charla con Alternativas.

Inicialmente y con el objetivo de promocionar la lectura, sobre todo de la poesía, su creador comenzó pegando pósteres y repartiendo flyers. Su primer grafiti, en el centro de Monterrey, consistió en ‘pintar’ uno de sus poemas y colocar su firma; pronto estas primera acciones evolucionaron para brindar a los lectores frases más cortas y expresivas como Sin poesía no hay ciudad, misma que funge como el eslogan mundial de Acción Poética.

Austria, África, Latinoamérica, España, Italia y Holanda, son algunas regiones donde se ha replicado el modelo de Acción Poética, invitando a la reflexión a través de un lenguaje sublimado, mensajes que “le cambien la actitud y motivación a la gente, tratando de ser mejores personas a partir de una frase que los pueda inspirar o hacer pensar en otra persona, te enamore, te mueva todo eso en las tripas”, asegura el autor.

Poco a poco las personas se fueron apropiando de esta tendencia hasta crear numerosos colectivos, quienes han aportado también, hay gente que le mete color, dibujos, homenajes, guiños, lo que ha permitido dar continuidad a la iniciativa mexicana por más de dos décadas. El movimiento se transforma a la par de los cambios sociales y de todo lo que involucra; tiene que ver con situaciones, contextos, emociones...

“Vamos agarrando cosas unos de otros. Pareciera que hay un total descontrol pero al contrario, es un proyecto muy noble que no es difícil de hacer; hay que tener mucha voluntad, por supuesto, para tomar una cubeta de pintura, buscar un espacio y atreverse a decir cosas.

Nos reinventamos, por decirlo de alguna manera, con las situaciones, las circunstancias (como la pandemia), o con las geografías, es algo que aprendimos. Si hay alguna referencia en la zona, un hospital cerca o flores, el mismo nombre de la calle, todo lo tomamos en cuenta y hacemos como una lectura del entorno geográfico, ponemos algo que tenga referencia para crear una empatía; de entrada no se ve porque son cosas técnicas, pero se reflejan en que a la gente le gusta, lo comparte y eso ha hecho en gran parte que Acción Poética crezca y cruce fronteras”.

Pero, para arrancar debidamente el proyecto, Alanís recuerda haber sido rechazado por compañías y empresas a las que visitó solicitando apoyo. Tuvo un “no” rotundo pues resultaba complicado entender (en 1996) el objetivo de salir a las calles para grafitear las paredes con una buena intención, aún cuando la poesía estuviera de por medio. No obstante, se aventuró y puso manos a la obra, en un inicio pidiendo perdón más que permiso; ahora es evidente la intención social y artística del movimiento que además ha permitido revalorar el poder del arte urbano.

“Definitivamente en los últimos 25 años el concepto del grafiti vandálico se fue transformando, tan así que ya no lo relacionan con ello sino con el arte, precisamente como arte urbano, independiente de si lo puso Banksy o Acción Poética o la pandilla que vive en los perímetros de cualquier ciudad; porque sí hay un sentido del arte, de la comunicación, de la apropiación de los espacios, de la creación de comunidad. A mí me da mucho gusto que haya evolucionado este asunto y que del concepto vandálico y relacionado con drogas y otras cosas, haya pasado al asunto de que lo estudien en cursos de arte y sea considerado parte del arte urbano que se hace desde muchos años”.

Armando Alanís Pulido jamás imaginó que después de tanto tiempo, una pequeña acción siguiera revolucionando y emocionando a tantas personas; “es una gran responsabilidad”, destaca al hablar sobre las llamadas que recibe de diversas partes del mundo solicitando su permiso expreso para poder unirse a estas manifestaciones poéticas desde el espacio en que habitan.

Además de toda esta labor, que se mantiene vigente, el escritor lleva a cabo diversas actividades que suman a la promoción de la lectura. Por ahora se encuentra en espera de que la contingencia sanitaria permita, en primera instancia, organizar el festejo que merecen estos 25 años de Acción Poética y, posteriormente, retomar participaciones en conferencias, charlas y visitas a ferias del libro, como aquella realizada en 2016 a la Feria Nacional del Libro de León (Fenal), para presentar Balacera, libro de poemas editado por Planeta en el que integró una antología de los poemas visuales generados a través del movimiento que en ese año conmemoró su 20 aniversario.

Aunque no está claro si a partir de estas acciones se ha podido incrementar el número de lectores en el país o el mundo, lo que sí está claro para su iniciador es que ha tenido un significado para la gente, que la poesía está en la calle y al alcance de todos, y que, por mucho tiempo más, seguirá trabajando porque más y más personas agreguen poesía a su vida cotidiana.

Este texto se publicó originalmente en la Revista Cultural Alternativas 129