Un fin próximo

*Nota al lector o lectora: A solicitud expresa de la colaboradora, se mantiene el uso de las palabras de la siguiente manera.

Podemos pensar en la sociedad como una célula, donde el núcleo es la hegemonía blanca, mientras que por fuera está(mos) el resto del mundo.

Cualquier género, clase, piel, cuerpo que no fuese parte del núcleo durante mucho tiempo fue adoctrinado y sistematizado, expulsado a la periferia teniendo que caminar por los márgenes, silenciado y estigmatizado; pero este silencio le ha sido funcional al sistema, ya que le ha permitido sobrevivir y perpetuarse durante décadas.

Con la llegada del feminismo (interseccional y transfeminista) se comenzó a pensar en las diferencias que existen sobre la opresión y los privilegios según las identidades. Notar las diferencias que pueden existir entre una persona cisgénero, blanca, flaca, con acceso a educación, sin ninguna discapacidad física; frente a una marrona, trans, gorda y latinoamericana.

Así fue como muchas personas comenzaron a tomar el suficiente valor para levantar voz y comenzar una lucha que todavía no tiene un fin próximo. Negrxs, marronxs, gordxs o trans, dejaron de callarse para comenzar a disputar un territorio que les había sido negado, ¡el de existir!

Muchas son las marcas, agencias y publicidades que ahora optan por renunciar a los antiguos cánones de belleza, eligiendo nuevos rostros y cuerpos.

La fotografía ha sido testigo de esto. Muchos artistas elegimos no editar pieles, mostrar el cuerpo con todos sus poros y marcas, y trabajar con personas que estuvieron durante años en la oscuridad para pasar a darles visibilidad, voz y participación en proyectos.

Aún así, todo lo que la moda toca es capaz de volverlo tendencia y rápidamente ha sabido tomar el discurso de aceptación como estrategia de marketing para aumentar ventas.

Slogans y frases como Love yourself (ámate a ti mismo) comenzaron a invadir las redes. Pueden verse publicidades donde cuerpos disidentes son expuestos como parte de una campaña, pero cuando uno consulta por tallas o ingresa a los perfiles de la cuenta, los mismos desaparecen.

Si bien la visibilidad siempre será agradecida porque existir y representar sigue siendo más importante que la nulidad, la apropiación y poca profundidad del tema ha producido mucho descontento.

Es necesario que como comunicadores no solo demos posibilidad de representación sino también participación activa, las imágenes solas no cambiarán el núcleo, es necesario ir por más.

El cambio que se está empezando a plantear (¡y exigir!) reclama una transformación estructural, sistemática y social. No solo importa no entrar en una talla o no verse representadx en una gráfica, se plantea la toma de todos los espacios que fueron negados: la TV, la radio, el cine, las escuelas, todos los puestos de trabajo, la política. Y no hay vuelta atrás.

Las identidades marginalizadas comenzaron a desenmascarar lentamente un sistema de opresión un poco más profundo, que no solo tiene que ver con la moda y la publicidad sino con un problema social, político y económico. Entonces surge una pregunta:

 ¿Por qué a medida que pasan los años sigue habiendo estereotipos vigentes?

Los estereotipos sirven como medio de opresión. Una sociedad que no puede encajar ni verse reflejada en nada es una sociedad triste, infeliz y fácil de controlar. Es una sociedad que no reclama por las cosas que le corresponden. Consumirá lo que se le ofrezca para poder acceder a esa imagen que se le vende, le será funcional al binomio patriarcado-capitalismo.

La unión de los márgenes, expuso esto y permitió que el núcleo empiece a romperse y eso produce miedo. Lenguaje inclusivo, libertad corporal, aborto legal, nuevas formas de vínculos. Hay un cambio que se está gestando al cual muchas personas se resisten.

¿A costo de qué? Seguir manteniendo y perpetuando antiguas formas no condujo a un buen lugar, sino todo lo contrario. Necesitamos abolir todo lo que insiste en silenciar. Queda repensar, qué posición tomará cada persona frente a esto. Frente a estructuras que ya no pueden sostenerse, frente a un cambio que propone mirar los estragos de un capitalismo salvaje que no solo ha arruinado colectivamente la sociedad sino también la Tierra.

Es importante volver a tomar la autonomía corporal que nos fue arrebatada hace siglos, gritar que no nos conformamos con ninguna campaña inclusiva y unirse, porque la resistencia existe y lo está logrando.

Como escribí una vez, el feminismo es la partera de una nueva sociedad.

Nadia Bautista aka Miss Complejo.  Artista visual de tez morena, nacida en Buenos Aires, Argentina.  Su trabajo se centra en la corporalidad, abordándola desde distintos temas como racialidad, género, disidencia, generaciones y vínculos, con una mirada crítica e integral.

Este texto se publicó originalmente en la Revista Cultural Alternativas 128