Guía para la caza de un insecto

El Ochlerotatus albifasciatus es una especie de insecto no tan fácil de cazar. Esta particular especie tiene la costumbre de posarse sobre los libros mayores a 350 páginas; en caso de que el libro sea de 349 o menor cantidad, el insecto desiste.

Cerca del mediodía, en una banca del Parc de la Ciutadella, un lector se dispone a  empezar su lectura dominical y su peculiar ritual de cacería que consta de establecer un libro con las páginas adecuadas en un punto que considera estratégico para esperar a que un inocente insecto se pose en alguna de las hojas. Cayó uno. El insecto se posa sobre la hoja y se refugia en el pliegue entre las páginas 54 y 55. 

Enseguida el lector cierra el libro, el insecto muere al instante debido a la presión ejercida  por la letra s (de la palabra sabemos; renglón 4; página 55; capítulo xii; La vida, modos de uso. Perec. G. 1978). 

La caída. 

Dos meses después de lo ocurrido, en varios círculos de caza de la comunidad se abrió el debate en torno al hecho. Como en el Sabadell Hunting Crew liderado por Jordi Ferrer, el Club de Cacera de Girona con Pau Soler al mando, y, por último, el Catalonya Hunting 08 del aclamado cazador Hernán Busquets. Varios alegaban acerca de la temporada de veda y otros sobre la modalidad que usó el cazador; sin embargo, el argumento de mayor trascendencia fue el de Carles Soriano, miembro del Catalonya Hunting 08 desde 1992, quien demostró que la técnica de cacería fue la incorrecta, el cazador cerró el libro de derecha a izquierda provocando una muerte violenta al insecto (si el libro con que mató al insecto fue La vida, modos de uso y éste consta de 570 páginas, hablamos de que el peso de 515 páginas cayeron sobre el insecto), cuando debió ser en el sentido opuesto, el cazador, para evitar una muerte dolorosa, debió haber cerrado el libro de izquierda a  derecha, de este modo el peso de solamente 54 páginas habrían acabado con la vida del insecto y así una digna culminación para tan miserable existencia.

El caso llegó hasta el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya y al no encontrarse pruebas para su defensa, la corte sentenció a nuestro lector con una pena de 7 años  de prisión.

André García Fernández (22 años). Estudiante de Arquitectura. Su interés por la escritura se detonó cuando entró a la carrera; ahí encontró un espacio para materializar ciertas ideas. Sus referentes son Torrente Ballester y David Huerta. Ganador de la convocatoria de Cuento Corto de las Jornadas Hernandianas, organizadas por la Casa de la Cultura Efrén Hernández.

Este texto se publicó originalmente en la Revista Cultural Alternativas 125