El arte contemporáneo y su travesía en BARCO

Este noviembre desembarcaron en León una serie de herramientas y plataformas para el desarrollo del arte contemporáneo a través de BARCO, la primera Bienal que planea navegar en las amplias y profundas aguas de esta disciplina tripulada por la comunidad artística de la zona Bajío.

A partir de este 2020, el arte contemporáneo mexicano cuenta con un nuevo espacio para el análisis y discusión de sus tópicos a través de dispositivos efímeros que plantean actividades académicas, expositivas y demostrativas; una plataforma que busca la discusión, formación, fomento y producción de este arte.

BARCO - Bienal de Arte Contemporáneo es la ‘nave’ encargada de encauzar diversos proyectos capitulares y especializados, mismos que están integrados a una propuesta de mayor magnitud que busca, entre otros, ser un proyecto abierto, flexible y participativo; generar lazos colaborativos entre propuestas artísticas de estados como Guanajuato, Michoacán, Jalisco, San Luis Potosí, Querétaro, Aguascalientes y Zacatecas; generar y distribuir contenidos; incidir en las dinámicas de consumo cultural en la ciudad de León y posicionar a ésta en el panorama del arte contemporáneo mexicano.

Dirigido por el Instituto Cultural de León a través de su Coordinación de Artes Visuales, CAVI, este nuevo recurso de estímulo y participación artística integra una flexibilidad especial que permitirá adaptar sus características (fechas, actividades, contenidos, plataformas, sedes, etc.) a las necesidades conceptuales y de diseño del proyecto. Las dinámicas de participación contemplan la inclusión de contenidos propios en otros programas que ya funcionan desde el ICL, con lo cual se busca enriquecer las propuestas culturales institucionales en una plataforma que funcionará simbióticamente en ámbitos en apariencia opuestos, pero que beneficiarán enormemente a la comunidad artística local y que fomentará una experiencia real y operativa en cuanto al funcionamiento del mundo del arte.

Existen cuatro momentos cruciales en el desarrollo del primer capítulo de BARCO; dos de ellos integrados en una primera sección (contemplada de noviembre de 2020 a febrero de 2021) que arrancó en el marco de la edición 23 del Festival Internacional de Arte Contemporáneo, FIACmx, bajo la temática ‘Gastronáutica’ (neologismo que aborda la teoría y práctica de la gastronomía, fundamentando su estudio en la supervivencia humana, la diplomacia a partir de actividades culturales con la comida, la producción artística, la realización de conceptos que amplían la noción de civilidad).

La colaboración de Trámite. Buró de coleccionistas representa uno de estos dos primeros acontecimientos. Este proyecto, nacido en Querétaro en 2017 y dirigido por Miguel Loyola y Bianca Peregrina, se adaptó a una serie de necesidades propuestas por la propia Bienal sin dejar de realizar su labor de vincular propuestas dedicadas a la producción, difusión, venta y exhibición de arte contemporáneo, generando así diversidad de colaboraciones dentro de un sistema efímero de arte con el objetivo de formar nuevos públicos, abrir nichos de mercado y generar coleccionistas de arte actual en el Bajío mexicano.

Aunado a estos sucesos importantes y desarrollado a partir de las nociones de mercado del arte y las implicaciones que esta actividad tiene en la circulación, producción, distribución y en algunas ocasiones hasta del contenido de los productos artísticos que se ofrecen en las diferentes plataformas de venta en el mundo, se llevó a cabo un simposio de arte contemporáneo —también como parte de las actividades de FIACmx— con diversas charlas en las que artistas, teóricos y profesionales de reconocido prestigio y de diversas latitudes, abordaron a detalle esta temática en el contexto local, nacional e internacional. A través de las reflexiones vertidas en este espacio se espera hacer eco, propiciando que los artistas locales sean partícipes de un ejercicio real en torno al mercado del arte y la incorporación de dinámicas regionales de arte contemporáneo, tales como competencia, colaboración, información, producción y venta.

La segunda etapa de BARCO —donde encontramos los siguientes dos momentos relevantes— contempla la competencia de obras bidimensionales y tridimensionales a través de una convocatoria que es regida bajo el tema de ‘Gastronáutica’ y que está dirigida a la participación de artistas y colectivos con una trayectoria profesional comprobada y residentes de los estados de la región Bajío (mencionados anteriormente) por un periodo comprobable de tres años; quienes podrán registrar obras inéditas creadas en 2019, 2020 o 2021. La convocatoria ya se encuentra abierta y las especificaciones pueden ser consultadas a través de la página barcobienal.com.

Posterior a ser seleccionadas por un jurado especializado, diversas piezas formarán parte de una exhibición disponible al público en 2021; actividad que culminará la primer travesía de BARCO, bajo el objetivo primordial de generar redes que hagan visible el trabajo de los artistas de esta zona específica del país, tratando de que su trabajo sea analizado y puesto a circular desde una plataforma plural e incluyente.

A través de la alianza FIAC+BARCO+TRÁMITE — en su conjunto e interdependencia— es que se busca un acercamiento real a un fenómeno que se discute cada año, que se examina y que influye en una comunidad siempre cambiante. Será gracias a este trabajo colaborativo que se pueda difundir y fortalecer la producción del objeto artístico, las reflexiones en torno a temas específicos del arte, el consumo y divulgación de plataformas de pensamiento contemporáneo en torno a estas manifestaciones.

Por medio de metas muy específicas como la culminación de sus ediciones 2020, 2022 y 2024, la impresión del catálogo BARCO y la generación de la primera colección de arte contemporáneo institucional en el municipio; la Bienal de Arte Contemporáneo se presenta decididamente para marcar un punto de partida en el establecimiento de nuevas actividades culturales que permitan el desarrollo de prácticas artísticas contemporáneas en León.

Este texto se publicó originalmente en la Revista Cultural Alternativas 123