La animación japonesa en la pantalla 

León, Guanajuato

Cultura, Identidad y Patrimonio

La animación japonesa en la pantalla

Por José Luis Rojas Aldana   18/08/20

Con novedosas propuestas de contenido, la industria del entretenimiento ha vivido una explosión comercial en los últimos cinco años. Los espectadores son cada vez más exigentes al momento de apostar por su entretenimiento y los países, entre ellos Japón, compiten por convertirse en potencias en el rubro.

Un aspecto a considerar en la masificación de productos para la pantalla ya sea grande o chica es la influencia de las culturas propias de cada país que produce las series y películas; ejemplo de ello es la animación japonesa comercial, que actualmente es considerada una de las más influyentes. La mayoría de las personas ha disfrutado de clásicos nipones que han servido de inspiración para grandes franquicias occidentales en temas de cultura, gastronomía, tecnología e inclusive filosofía de vida.

A continuación te presento un recorrido por la historia de las series y películas japonesas animadas más relevantes.

Todo comenzó con un fragmento de cuatro segundos, así fue como Japón nos dio su primera manifestación en la industria de la animación en 1907, gracias a Katsudō Shashin. Diez años después, el dibujante Ōten Shimokawa realizó a petición de la compañía Tennenshoku Katsudō Shashin, lo que es considerado el primer filme de animación japonesa: Mukuzo Imokawa y el guardián de la entrada, estrenado en 1917. Durante ese mismo año, Seitaro Kitayama presentó su trabajo basado en el cuento tradicional japonés Saru Kani Gassen o La batalla del mono y el cangrejo, y para el mismo año los artistas se unieron para producir Hekonai Hanawa y su nueva espada.

Pronto, nuevos artistas comenzaron a generar contenido inspirado en las tradiciones del país, aunque las producciones tardaron tiempo en desarrollarse debido al laborioso trabajo de animación. En 1929, la empresa Yokohama Cinema Shokai presentó la primera película rodada con cámara motor automático, llamada: Kaeru wa kaeru, dirigida por Yasuji Murata. En 1934, Murata presentó Tsuki no miya no Oujo-sama o La reina del Castillo de la Luna, con la técnica de animación con recortes; un año después Kenzō Masaoka recurrió a la técnica del celuloide para sus trabajos como Mori no yosei o El hada del bosque, trabajos elogiados por la crítica.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la creación de contenido fue liderada por el dibujante Mitsuyo Seo, con trabajos de propaganda de los éxitos militares de Japón dirigido a los más jóvenes. Así fue que se presentó la película Momotarō no Umiwashi (Las águilas marinas de Momotarō). En 1958, la productora Toei, de Hiroshi Okawa, se propuso hacer crecer el género y convertirse en el ‘Disney de Oriente’. Su primer trabajo fue Hakujaden o La leyenda de la serpiente blanca, convirtiéndose en el primer largometraje (78 min). Otros títulos representativos de Toei Doga fueron Wan wan chushingura (1963), Nagagutsu o haita neko (1969) Dōbutsu takarajima (1971).

En 1961, Osamu Tezuka formó su compañía llamada Mushi Production y en enero de 1963 inició su trabajo con la serie de televisión del personaje de manga, el robot Tetsuwan Atomu, que había creado años atrás. Este personaje se conocería en occidente como Astroboy. En 1966 presentaría Janguru Taitei o Kimba, el León Blanco, que muchos dicen sirvió de inspiración para la famosa película El Rey León.

Los años 70 trajeron la tendencia de los robots gigantes y la creación de nuevas productoras como Tele-Cartoon Japan o Eiken, quien trajo en blanco y negro Tetsujin 28-gō. En esa misma década se presentaron Mazinger Z, de Gō Nagai, y Space Battleship Yamato, también conocida como Cosmoship Yamato; estos trabajos lograron que la animación japonesa fuera reconocida a nivel mundial. Algunas series de la década tuvieron inspiración en la literatura occidental como Heidi, dirigida por Isao Takahata, con diseños de Hayao Miyazaki. 

En los ochenta y noventa, el anime irrumpió en occidente de manera increíble con series que seguramente varios de los lectores identifican como las series que marcaron su infancia, vamos a enlistar algunas:

  1. Doraemon, basada en el manga de Fujiko F Fujio.

  2. Hokuto no Ken, basada en el manga homónimo de Buronson y Tetsuo Hara.

  3. Dragon Ball, basada en el manga homónimo de Akira Toriyama. 

  4. Saint Seiya, exportada como Los Caballeros del Zodiaco.

  5. Capitán Tsubasa, conocida en el mundo hispano como Oliver y Benji o Supercampeones.

  6. Rurouni Kenshin, que fue titulada El guerrero samurái o Samurái X.

  7. Slayers, más conocida en el mundo hispano como Rina y Gaudi o Justicieros.

  8. Neon Genesis Evangelion, del director Hideaki Anno.

  9. Marmalade Boy o Kimagure Orange Road o Ranma ½, de Rumiko Takahashi. 

  10. Pokémon.

  11. Digimon.  

  12. Yu-Gi-Oh.

  13. Sailor Moon.

  14. Sakura Card Captor.

  15. Magic Knight Rayearth.

Gracias a la gran aceptación en occidente por las series de las décadas anteriores, las producciones como: Rozen Maiden, One Piece, Naruto, Death Note, Bleach, Inuyasha o Fullmetal Alchemist, tuvieron una aceptación casi inmediata en la primera década del 2000.

Para el 2010, las series de anime ya eran uno de los principales productos de entretenimiento comercial y cultural, ocasionando un fenómeno cultural en masas populares y una forma de arte tecnológico, clasificándose en numerosos géneros dirigidos a diversas audiencias generales y especializadas. 

Referencias:

  • Gobbi, Igor (2009). De Magic Island a Sand Land. Bienvenidos al fantástico mundo de Akira Toriyama. Dolmen Editorial

  • Horno López, Antonio (2012). Controversia sobre el origen del anime. Una nueva perspectiva sobre el primer dibujo animado japonés. Con A de animación. [S.l.], n. 2, p. 106-118, feb. 2012. ISSN 21733511. Disponible en: https://polipapers.upv.es/index.php/CAA/article/view/1055/pdf Acceso el 29/1/2017.

  • Horno López, Antonio (2015). Los orígenes del cine de animación japonés: De Katsudō Shashin a Astroboy. Granada: Editorial Godel Impresiones Digitales S.L. ISBN 978-84-16478-10-1

  • Mancosu, L. Curiosita su anime & manga

 

Este texto se publicó originalmente en la Revista Cultural Alternativas 120: bit.ly/Alternativas120


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