Piedras de sal. Nuestro lugar en tiempos veleidosos 

León, Guanajuato

Arte y Tendencias

Piedras de sal. Nuestro lugar en tiempos veleidosos

Por Varios autores   11/06/20

El mundo de los humanos lo hacen los seres humanos. Partiendo de esta idea, podemos aseverar que es desde las humanidades y el arte que nuestra esencia se crea, se conoce y se limita a sí misma.

De unos meses para acá, algo grave y severo ha cambiado nuestra sensibilidad. La concepción del espacio, tiempo y las relaciones que mantenemos con el todo ha sido punzada por el vacío de sabernos acogidos en una existencia azarosa. La cicatriz de los tiempos que nunca regresan es tan profunda que hasta nos hace caminar diferente; pero continuar andando es nuestro destino natural, entonces ¿cómo hacerlo?

Cinco voces reflexionan sobre la resiliencia, abordando la idea de la superación de la adversidad no solo como una adecuación colectiva o personal, sino como una actitud de cambio creado, de construcción a partir de la imposibilidad de concebirnos fuera de un devenir que depende de nosotros.

Rolando Ramos Reyes

 

Resiliencia y estoicismo

Rigoberto Valadés Zapién, filósofo

Resiliencia es un término adoptado del inglés resilience, basado en el latín como resiliens con respecto al participio presente activo resilīre, refiriéndose con ello a la idea de retroceder. (Etimología de Resiliencia, s.f) Coinciden diferentes fuentes que el sentido de esta palabra, de manera muy general, indica “volver atrás de modo reiterado” o “regreso de un sistema a su estado original”, (Etimología de Resiliencia, s.f) aunque advertimos una polisemia en el concepto.

Un acercamiento a la visión filosófica antigua incrustada en el estoicismo de Epicteto, nos muestra cierta analogía entre la resiliencia definida por Norman Garmezy y el concepto de destino del esclavo de Hierápolis. En sus Disertaciones, Epicteto señala:

He aquí como nos representamos la tarea del filósofo: debe armonizar su voluntad con lo que le sucede, de tal modo que nada de lo que le sucede tenga lugar a pesar nuestro, y que nada de lo que no sucede deje de suceder en contra de nuestra voluntad. (Duhot, 2003, p. 113).

Al respecto, consideramos que resiliencia es la capacidad de recuperarse para después adaptarse al iniciar un evento estresante, es semejante a una moral de esclavo que ve en el destino la perfección de la mano providencial, aunque dicho determinismo lo subyugue. Ni una ni otra subvierten ni rompen, sólo aceptan y se adaptan. Valga este comentario para reflexionar en la necesidad de explorar el horizonte subversivo de un psicoanálisis que busque, como señala Jorge S. Massey, “solucionar el problema y no simplemente resistirlo”; y valga también para aquellos que vemos en el estoicismo, no sólo la moral de esclavo, sino también la fuerza de una filosofía capaz de oponerse a la dinámica de una sociedad actual cuyo valor principal lo constituye una normalidad entregada al caos como elemento opuesto al principio universal del orden.

 

Indagaciones sobre vivir el teatro

María Eugenia Jones Martínez, actriz y directora de teatro

En estos tiempos es complicado hacer teatro... Buscar escenarios alternativos inevitablemente nos mueve de nuestro confort, aunque esto siempre duele. El dolor es constante y es el único que me hace seguir adelante; estar aferrada al aprendizaje me provoca indagar nuevas formas de estar dentro y fuera del escenario.

El teatro no solo es actuar o hacer obras, también es la observación de situaciones cotidianas, la exploración de tus sentidos, hacer diferentes lecturas de vivencias comunes y llegar a los conceptos creativos que, en momentos de crisis, resalta la belleza y la inspiración para crear. El teatro está lleno de belleza y nunca se agota, solo se transforma y crece.

Siempre hay una reconstrucción; por eso me adapto a cualquier situación, pues el teatro es mi estilo de vida, cotidianeidad, nutre los universos de lo que soy tanto en escena como en la vida.

En los 22 años que tengo como actriz, me he dado cuenta que el teatro es una manifestación de nuestra realidad, que siempre está en resiliencia en medio de una dictadura y se mantiene vivo ya que nadie es indispensable en él. Así mismo, en la vida uno muere y la vida sigue su curso.

Me gusta trabajar de forma independiente, trabajar en la investigación de nuevas formas de proyectar el teatro, pero no solo en lo escénico, sino también en la promoción y gestión, eso habla de un teatro vivo.

 

Sin título

Jaime Baillères, fotógrafo y teórico de la imagen

 

Reconocer es saber habitar

Roberto Barajas, artista visual

Soy un dibujante que pretende al paisaje en sus formas más pequeñas, discretas y triviales. Hace poco, cuando pensaba en el distanciamiento, me di cuenta que ya había perdido parcialmente contacto con el entorno, con sus materiales y la contigua frontera que se dibuja al límite del cuerpo. Contenido en el paisaje, muy seguido pienso en él como una superficie que se adhiere a mí para no dejarme tomar distancia y reconocerlo.

ABIERTO: eso que las bases de la topología matemática conciben como lo que rodea con su maleabilidad a un sujeto y que al mismo tiempo abre los ojos de dicho sujeto para permitir el reconocimiento del entorno de sí mismo.

En estado de aislamiento nuestro entorno se reduce a sí mismo y reconocemos una necesidad de estar rodeados de todo el mundo, ahora que si el entorno nos reta cual hombro contra nuestro pecho haciéndonos sentir la fuerza de su masa no nos queda otra que contribuir con acciones provenientes de nuestra posición como manifestantes materiales del aquello.

 

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Jacobo Cerda, compositor y artista multidisciplinario

Todos estuvimos, estamos y estaremos ahí... en crisis. Sobre todo cuando la página está en blanco y te enfrentas a la incertidumbre.

Decidí ligar este texto con este código QR que describe el sentimiento después de vivir la tragedia; de quedarte sin saber qué decir, después de un silencio. Escrito en 7 minutos con 11 segundos, esto es un instructivo para escuchar, para sentir, para criticar:

Se define un motivo que se cuenta al unísono, con mucha claridad, como si fuera el inicio del todo. De pronto... ¡1.a irrupción! Uno se separa y comienza a deambular en soledad. Parece que esto preocupa y comienza una conversación entre los árboles. Ellos cuentan el dolor que implica un cambio de forma: cuentan del fuego, el aire, el agua y la tierra, se repiten las historias. Basta una parte, nuevos troncos crecen y se extienden como un fractal sin forma regular, es un organismo vivo. Confusión, ya no quiero seguir leyendo.

Parece que hay un posible punto de encuentro entre todos, aunque al final... ¿duda? ¡2.a irrupción! Esta vez, más frenética y duradera, quedando el eco. Se va la luz de a poco y el escenario se torna sombrío y de pronto... ¡UN GRITO! Confusión, se forma una figura clara en medio de las ramas, se despeja poco a poco y se ve una luz, se oyen cantos angelicales. Una voz distante y distinta estuvo presente todo el tiempo ¿será la misma soledad deambulando?... Ahora se oyen pasos lejanos. Un gélido viento sopla constante y cuando llega la calma, una voz grave anuncia el final. Preguntas y respuestas conviven, y hasta se pueden ver los puntos de encuentro entre contrarios.

¡3.a irrupción! Suena la alarma, fuertes, preparados, pero solos. Cada uno se ve a sí mismo, identificando el vacío y a partir de ahí (del silencio) comenzamos a ser nosotros mismos. El cambio hace que el inicio de todo sea recordado y volvemos, pero con un eco de la memoria...

¡4.a IRRUPCIÓN!

 

En tiempos difíciles, uno siempre regresa al lugar de su interior en el que fue feliz

Brenda Cardona, escritora y fotógrafa

A lo largo de mi vida he desempeñado diversos oficios: contadora, administradora, maestra, vendedora de celulares y finalmente fotógrafa. Durante toda mi vida he llevado conmigo una voz poética que me ha seguido como una voz en off que narra en prosa mi existencia.

El confinamiento nos ha llevado a modificarnos, hemos sumado y restado a nuestras vidas, porque después de esto, tendremos que reinventarnos con lo que nos queda. Cada uno se ha preguntado en este momento cómo llenar nuestros vacíos, cuando ilusoriamente nos sentíamos completos por la inmediatez que nos ha hecho olvidarnos de lo que realmente es importante.

Todos aquellos que nos quedamos solos, como si estuviéramos abandonados en una isla desierta, estuvimos a punto de entregarnos al mar, porque no hay peor confrontación que uno mismo. Una vez hechas las paces, es el momento para hurgar en nuestro lugar seguro y regresar a él. En mi caso, la poesía es una hamaca que me mece de un lugar a otro, su musicalidad llena mis silencios y me hace sentir confortable, es el hogar de mi interior.

Referencias

Duhot Jean-Joel. (2003). Epicteto y la sabiduría estoica. España. Editorial La aventura interior.

Elisardo Becoña. (2006). Resiliencia: definición, características y utilidad del concepto. Recuperado el día 14 de mayo de 2020, de http://aepcp.net/arc/01.2006(3).Becona.pdf

Referencia del apartado de resiliencia y estoicismo, escrito por el filósofo

Rigoberto Valadés Zapién

 

Este texto se publicó originalmente en la Revista Cultural Alternativas 118: http://bit.ly/Alternativas118


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