El abc de Quentin Tarantino haciendo cine

Cuando ruedo un filme, quiero que lo sea todo para mí, que sienta que moriría por él.

Quentin Tarantino

Debido a la influencia de su madre y a su natural interés por el 7mo. arte, desde temprana edad Tarantino era un habitual consumidor de series televisivas y películas, especialmente policiacas, de artes marciales y spaghetti western. 

Trabajó en un videoclub, Video Archive de Manhattan. Fue justamente ahí donde conoció al entonces estudiante de cine Roger Avary, con quien comenzaría una larga amistad y una carrera que lo convertiría en uno de los directores de culto más emblemáticos en la historia de cine Occidental.

Cada guionista y director tiene su propia manera de sacar ‘su lado más creativo’, de plasmarlo en unas cuartillas y de dejar que tomen vida propia, en un universo y tiempo determinado, y de comunicarse con cada miembro de una película (crew) y con los actores (cast). 

Aquí una serie de rituales o métodos, que realiza este apasionado cineasta, acompañados además,  de breves consejos o aportaciones para aseverar esas ganas de comenzar —o continuar— el largo pero maravilloso proceso de hacer cine: 

1.Al iniciar un guion, Tarantino compra un cuaderno de notas y marcadores. Se pueden tomar notas de lo cotidiano, como una conversación casual, una reacción, las características de una persona, un lugar… ¡lo importante es escribirlo!

2.Tarantino solía escribir en lugares públicos como restaurantes, bares, cafeterías e incluso en la parte de atrás de una camioneta, sin embargo, el guion de Django Unchained fue creado en el balcón de su dormitorio. En el momento de escribir, lo ideal es hacerlo en un lugar cómodo, no importa dónde sea mientras que sea un acto de disciplina y respeto.

3.Entre los rituales de Tarantino está levantarse entre las 10 y las 11 de la mañana, desconectar su teléfono fijo, dar una vuelta por el balcón y trabajar una jornada laboral de entre 6 y 8 horas. Esto depende completamente del estilo de vida, tanto personal como laboral. Es recomendable encontrar un equilibrio. En ocasiones por la cantidad de trabajo o por el ‘trabajo b’ a veces es difícil dedicarle ese tiempo pero es ideal escribir de manera disciplinada.

4.Para él, lo que resulta más fácil al momento de escribir, son los diálogos, dando la sensación de que, más que escribir lo que dicen los personajes, lo transcribe.

Hay ocasiones en las que los mejores momentos tienen lugar cuando cree que se ha acabado la escena. Por ejemplo, la discusión de los personajes de sobre el color de sus nombres. “Cuando comienzo a desarrollar nuevos personajes, mi bolígrafo es como una antena: recibe toda esa información y de repente, los personajes salen más o menos conformados. No escribo diálogos, sino que hago que los personajes hablen entre sí”.

Durante ese proceso, Tarantino reúne a sus amigos para leerles lo que ha escrito, con el objeto de escucharlo a través de los oídos de estos. El compartir puntos de vista o escuchar diálogos de manos de externos puede ser un buen ejercicio, sobre todo al principio. Sin embargo, es importante saber hasta dónde suma y hasta dónde la esencia comienza a perderse.

5.Una vez finalizado el guión, Tarantino lo mecanografía en su máquina de escribir sólo para después pasárselo a un amigo o mecanógrafo para que lo transcriba, debido a que en sus propias palabras —y a su dislexia— lo que escribe es ilegible. Éste es un ejercicio que ayuda mucho a ir ‘moldeando’ la historia y a los personajes. Y al final, se deberá tener un guión con el formato establecido, mismo que será entregado al crew y cast . Está bien no ser expertos en ortografía y redacción, pero es buena opción canalizarlo con alguien que sí lo sea.

6.Antes de tomar una decisión final sobre un actor para un papel protagónico, a Tarantino le gusta pasar tiempo con ellos, un hábito que nació tras pasar una noche de borrachera con Tim Roth durante el casting de Reservoir Dogs o con John Travolta para Pulp fiction, a quien invitó a su apartamento y terminaron cantando You´re the one that I want, hasta altas horas de la madrugada.

Esto es algo muy personal, se puede realizar un casting, seleccionarlos de acuerdo a algún trabajo previo o escribir personajes para actores específicos, como ha hecho el mismo Tarantino.

Durante el rodaje salta de un lado a otro, habla con todo el mundo y se puede escuchar su característica risa constantemente pero cuando hace indicaciones a los actores, lo hace en privado.

7.El director se caracteriza por rodar escenas largas con pocos cortes, usando planos contrapicados, estilo que inició con Reservoir Dogs. Esta parte es fundamental en la función de un director y responde al cómo y dónde en muchos sentidos. Dónde se pondrá la cámara, con qué ángulo y plano, cuánto deberá durar, cuántos cortes… todo esto teniendo conocimiento previo del lenguaje cinematográfico.

8.Una vez concluida la semana de rodaje, hace una fiesta, trasnochándose el sábado y durmiendo el domingo, listo para reanudar actividades el lunes. Cuando llega el fin de semana simplemente quiere desconectarse.

En México, esa fiesta al terminar la semana de rodaje, en una película o serie, se le denomina ‘sapo’ y dependerá del tipo de rodaje, del lugar, de las condiciones y el presupuesto. Es una actividad extra que puede abonar mucho a la integración, cercanía y esparcimiento de los integrantes de una película.

9.Sally Menke, quien fuera su montajista hasta su muerte, comentaba que Quentin y ella era algo así como ‘un matrimonio cinematográfico’. Que lo que funciona con él es la mezcla y la combinación. Estudiaban otras películas para buscar el tono necesario. Un claro ejemplo fue durante la época de Kill Bill cuyo ritmo, acoplado desde sus otros filmes, era tan instintivo que no necesitaron hablar hasta después de cinco meses. Menke, editó el primer corte de ambas películas mientras Tarantino seguía rodando.

La comunicación con el montajista, al igual que con las demás cabezas de departamento, es de suma importancia. Deben hablar el mismo idioma, pueden aportar y proponer, pero siempre conservando aquello que el director quiere contar.

El proceso de edición es uno de los más detallados y complejos, es contar otra película y debe hacerlo muy de la mano del director. Algunos recomiendan no ir al rodaje para ser lo más imparciales posibles.

10.A Tarantino le gusta mucho observar la reacción del público. Vio Jackie Brown 13 veces y visitó ocho cines de Los Ángeles para ponderar la reacción del público ante Death Proof. Acudió al pase de las 11 de la mañana a ver The hateful eight el día de Navidad.

Comenta que “si mi filme lo ve un millón de personas, quiero hacer que para cada una sea un filme distinto”.

Hay quienes llevan a cabo proyecciones con el primer corte de la película, con un público previamente seleccionado para observar su reacción y sondear el impacto en el público.

Estos son algunos puntos en el proceso creativo y de realización del cineasta. Lo importante es encontrar el estilo y el sello personal y llevarlo de la mano con una rígida disciplina y un profundo respeto profesional.

Un buen ejercicio, es ver películas de algún cineasta que admiremos y detectemos qué estilo tiene, que lo hace único y característico. Seguro ya tienes a varios en mente. ¡Compártenos tu lista!

Referencia bibliográfica: Tarantino, una retrospectiva. Tom Shone. Blume