Está bien no pensar: canciones para sobrellevar el momento

«Todos “yiran” y “yiran”.
Todos bajo el sol.
Se proyecta la vida…»

Los tiempos en cuestión son, a falta de una palabra que abarque la totalidad del sentir de la sociedad, irreales. Ayer cantábamos un gol y hoy nos encontramos añorando la misma rutina de la cual, irónicamente, algunos nos sentíamos prisioneros; muestra de lo frágil y volátil que es el (supuesto) control que ejercemos sobre este planeta.

El miedo, la incertidumbre y —en ciertos casos— el morbo nos tienen pegados a la pantalla, refrescando constantemente nuestras redes sociales, esperando leer el último encabezado alarmista o la estadística desalentadora más reciente. En conjunto, estos tres factores pueden convertirse en algo más tóxico y contagioso que el dichoso virus. El mundo necesita todo, menos esto.

Siendo rigoristas, podemos estar de acuerdo con aquellos que catalogan al arte y la cultura como actividades poco vitales para el correcto funcionamiento de nuestras vidas diarias, pero ¿quién puede imaginarse un solo día sin escuchar una canción o sin abrir un libro?

La música, como cualquier otra forma de expresión artística, es un bálsamo para los sentidos. Tiene el poder de cambiar humores, de alterar la «temperatura» de la habitación, de hacernos viajar en el tiempo. Una canción puede cambiar el mundo… nuestro mundo.

Sin menospreciar a los grandes exponentes de la lírica, desde Patti Smith hasta Silvio Rodríguez, llega un instante en el que la mente implora por ser puesta en pausa, para dejar de querer encontrar un significado oculto en todo lo que vemos, leemos o escuchamos; y simplemente dejarnos llevar por aquello que nos mantiene vivos. No todo es sátira, no todo es protesta, no todo es crítica, no todo es sexismo, no todo es política, no todo es violencia. Ya habrá tiempo para pensar, pero, sólo por hoy, démonos un respiro.

Hay quienes dicen que, en tiempos donde el reloj del fin del mundo se acerca peligrosamente a la medianoche, el mejor acto de subversión es hacerle frente a la vida con una alegría desafiante.

Por lo tanto, esta es una lista de recomendaciones musicales llenas de la «buena onda» que tanta falta nos hace, que pueden acompañarnos a sobrellevar este momento y a refugiarnos, aunque sea por unos minutos, del bombardeo incesante de malas noticias, concentrándonos en las cosas más básicas y elementales de la vida, aquellas que hacen que valga la pena que ocupemos un breve, pero valioso, lugar en este planeta: un baile, un atardecer, un partido de futbol, un amor, una taza de café, una sonrisa… Las posibilidades son infinitas.

Sí, es de suma importancia no quitar el dedo del renglón y seguir las indicaciones pertinentes para cuidar a los nuestros y a nosotros mismos, mas no debemos convertirnos en una presa fácil de los medios, ellos viven de esto, se alimentan de todo lo que tememos y no podemos dejarlos ganar.

Históricamente, periodos como este tienden a sacar lo mejor y lo peor de nosotros; debemos apelar a lo primero. Está en nuestras manos preservar todo lo que nos convierte en humanos. Esa es la verdadera lucha.

«Vendrán lluvias suaves…»