La leonesa que cautivó el teatro londinense 

León, Guanajuato

Cultura, Identidad y Patrimonio

La leonesa que cautivó el teatro londinense

Por Jorge Flores   06/02/20

Con apenas 28 años, la leonesa Gabriela García Rivero ha llegado a lo más alto del teatro musical británico. Compromiso, talento, enfoque, disciplina y una pizca de fortuna, han sido parte de la fórmula de su éxito.  

La también exestudiante de la Casa de la Cultura nació en León, en 1991. A los 12 años se fue a vivir por primera vez a Inglaterra —al condado de Essex— para aprender inglés; ahí despertó su interés por el baile y se sembró la semilla que la llevaría a convertirse en la artista que hoy triunfa en el West End de Londres.  

“Mi mejor amiga allá (Essex) era bailarina, ella me contagió la pasión por el baile. Hasta ese entonces a los 12, 13 años, me gustaba bailar y cantar como a cualquier niña pero cuando regresé (me di cuenta que) me contagió una pasión enorme por bailar”, nos contó Gabriela en entrevista con Alternativas durante su reciente visita a León. 

Desde entonces soñó con volver a Inglaterra, comenzó a estudiar jazz y tap en León con el horizonte puesto en bailar en la isla británica. Para audicionar en alguna escuela en Inglaterra tuvo que prepararse intensamente aquí, ingresó a clases de ballet y día con día se esforzaba para desarrollar una habilidad indispensable para su causa. 

“Estaba muy concentrada en irme, bailaba en la Casa de la Cultura todos los días con la maestra Ilia Gómez (la maestra tiene 23 años dando clases de ballet en la Casa de la Cultura), ella creía mucho en mí porque yo era muy mala en ballet, muy mala y ella me decía, «pues si quieres te doy clases todos los días»; tuve maestras muy buenas y muy malas, y las malas me inspiraban a ser mejor también, por ejemplo tuve una que me ponía hasta atrás en los bailes y me decía que nunca la iba a hacer”.

A los 15 años, Gaby convenció a sus padres de que la apoyaran para regresar a Inglaterra y audicionar en la Tring Park School for the Performing Arts en Herafordshire; donde pretendía realizarse como bailarina y al mismo tiempo continuar con sus estudios. 

“Allá audicioné para el curso de baile pero a la hora que fui, fue un momento muy traumático porque fui la peor, fue horrible, fue una humillación”. 

En esa presentación, los nervios fueron más que su talento, pero cuando la buena fortuna parecía darle la espalda; una segunda oportunidad se presentó. 

“Me fui a la cancha de futbol y empecé a llorar y un señor vino y me preguntó que si estaba bien, era el Director Musical del curso de teatro musical y me dijo «¿Sabes cantar? Porque dramática ya veo que sí lo tienes»”.

Tras ser aceptada en teatro musical se fue a Inglaterra, pero luego de tres años la preparatoria llegó a su fin y había que pensar en lo siguiente: las audiciones para la universidad. Preparación, oportunidad y éxito: así fue como Gaby audicionó y logró entrar a la Arts Educational School (ArtsEd) en Londres.

Aunque todas las circunstancias estaban puestas y le ‘gritaban’ que su destino era el arte; la joven leonesa todavía no creía que su futuro estaba en el teatro. 

“Crecí en una sociedad donde una carrera de teatro musical no es una carrera, entonces quería la validación de mi papá diciéndome, sí, está bien; no quería que me dijera, luego estudias política o luego otra cosa, y para mí sorpresa me dijo «¿Y?, pues quédate, ¿qué me estás preguntando? ¿Quieres hacer esto como carrera o no? Si ya entraste, no entiendo qué me estás preguntando»”. 

Así fue como Gaby García continuó su travesía en Inglaterra, en una de las escuelas más prestigiosas en el mundo en cuanto a artes escénicas se refiere. Una vez terminada la carrera en Teatro Musical, apareció un nuevo reto: la vida profesional. Agentes, audiciones, puertas que se cierran, oportunidades fugaces, ensayos, estrés, motivación, frustración, nostalgia, pasión; la realidad de una actriz, bailarina y cantante mexicana buscándose un espacio en el arte londinense. 

Su primer trabajo fue en Rent (Jonathan Larson), luego hizo Dulce Caridad (Bob Fosse) en Alemania y en 2013 consiguió un papel en Ghost (Bruce Joel Rubin), donde por primera vez interpretó un papel no foráneo. En 2014 llegó la oportunidad de realizar una audición para participar en In the Heights (Lin-Manuel Miranda), lo que sería el gran trampolín en su carrera. 

“Después de Ghost, llegó In the Heights, el musical por el cual decidí hacer musicales; así que concluí que si no me daban este musical me regresaba a México”, así de contundente fue la mentalidad de Gaby; pero luego de ser persistente y conseguir una segunda oportunidad en la audición, consiguió ser bailarina.

Luego de su primera etapa en esta obra, In the Heigths regresó, pero ahora se presentaría en el West End en Londres. Gaby audicionó de nuevo para el protagónico, pero otra vez consiguió sólo ser bailarina y cover principal, así estuvo ocho meses hasta que la preparación y la oportunidad otra vez jugaron en su favor. 

“Un día me tocó subir, un 22 de diciembre, en un show donde estaban mis papás que habían venido para Navidad con mi abuelita. Me llamaron y me dijeron, «te toca subir de Nina»”, fue la primera vez que Gaby suplió a la actriz principal. Luego de dos shows en los cuales fue Nina, la protagonista regresó, pero el impacto que causó sobre el escenario, permitió a la mexicana conseguir el protagónico de forma permanente.

Durante ocho meses fue Nina en In the Heights en el West End, un escaparate envidiado por cualquier artista. La leonesa demostró su talento ante el mundo y ante los ojos de figuras tan importantes en el ambiente escénico como el creador de dicha obra, Lin-Manuel Miranda ¿Qué sigue después de llegar a lo más alto?

“Después de que estaba cumpliendo mi sueño en el West End, haciendo Nina, no podía pedir algo mejor (pero) de repente no tienes trabajo un año, y son audiciones tras audiciones. Estaba en otra liga para la que yo no estaba lista, tal vez Gaby estaba lista, pero mentalmente no, no estaba lista para sentarme en cuartos llenos de personas que yo admiraba muchísimo siendo estudiante, ahora compitiendo por los mismos papeles”.

El éxito no es solamente llegar, sino mantenerse motivado, que ese combustible que impulsó el primer salto, se vuelva inagotable. Ante el fracaso, arrancar de nuevo y no detenerse. 

“El reto es seguir animada en tus tiempos bajos, cuando no tienes trabajo, porque mucha gente te dice que eres la mejor por ocho meses o un año y al siguiente año todo mundo te está diciendo no, y es gacho.

Bryan Cranston siempre dice que su trabajo es hacer lo mejor siempre en una audición, no ganar el trabajo, ganar el trabajo es un plus. Y ahí entendí que hay que aprender a disfrutar las audiciones, porque el resto de mi vida voy a estar audicionando”.

La actriz aceptó un papel secundario en Strictly Ballroom (Baz Luhrmann) y aunque no era el ideal, después del año difícil, regresar al West End servía de bálsamo. Así, trabajando, ensayando y preparándose fue como llegó otra oportunidad: West Side Story (Arthur Laurents). 

Luego de una audición exitosa, Gaby consiguió el papel de María, la mexicana logró el protagónico y de abril a mayo de 2019 realizó una exitosa temporada en el Royal Exchange Theatre de Manchester, un teatro 360º, de los más espectaculares en el mundo. También en 2019, actuó por primera vez en una obra no musical protagonizando Lunatic 19s: a deportational road trip (Tegan McLeod). Una cruda historia sobre migrantes. 

Hoy, mientras vuelve a los ensayos para una nueva temporada de West Side Story en Manchester, Gaby y su esposo vacacionaron en México en medio de su frenética carrera.  

Dieciséis años después, la niña que viajó a Inglaterra para un internado, cumplió su sueño. Luego de retarse y superarse, la actriz busca otros horizontes en sus metas, retos que impliquen no sólo el talento artístico, sino la transformación a través del teatro. 

“Quiero hacer más cosas que me apasionen, como esta obra (Lunatic 19s), obras que cuestionen a la gente, ya no me interesa sólo bailar y cantar, me interesa bailar y cantar por una razón”.

Gabriela García tiene el objetivo de actuar y bailar en México, entre ofertas en Inglaterra y falta de ellas en nuestro país, sigue siendo una de sus metas volver a su tierra haciendo lo que más le gusta. Algo que seguro logrará porque si de algo sabe Gaby, es hacer sus sueños realidad.

 


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