El arte como generador de puentes

Si en el mundo hay algo que puede romper cuantas fronteras quiera y construir cuantos puentes sean, ese es el arte. 

Ya sean territoriales, creativas, históricas, sociales o de estilos, el arte puede superar las fronteras; tal vez se deba a que está inherente en el ser humano como la muerte en la vida. Asimismo, podría decirse que con cada límite que rebasa, es un puente que construye. 

Ejemplo de ello es que puede plasmarse de múltiples formas dependiendo de cada artista y su contexto, así como del intérprete y su historia. Primer puente que crea: el de creador-espectador. 

“Es una dinámica natural de la cultura y lo más bonito no es muchas veces la obra como tal, sino qué pasa luego a nivel de conversación con esas piezas, a qué dan pie, cómo pueden influenciar”, menciona la artista plástico Ana Navas.

Si alguien está capacitada para hablar de los puentes que construye el arte, es Ana Fernanda Navas Dolinsek, ya que desde pequeña ha ‘brincado’ de un país a otro y en cada uno encuentra características únicas.  Ella nació en Ecuador en 1984, pero se crió en Venezuela y estudió la Licenciatura en Artes Plásticas en Alemania; aunque tiene su hogar en Holanda, actualmente realiza una residencia en León, a través del programa Granero, bajo la coordinación de la plataforma internacional Charco, impulsada en la ciudad por el Instituto Cultural de León y uno de sus consejeros, David Ramírez Chávez. 

“Pienso que el ambiente en el que trabaja el artista se refleja en su trabajo; pero cómo puede ser la experiencia del viaje, pues depende mucho hacia dónde vaya, qué se espere de él, cuál sea la duración de la residencia e incluso factores muy externos al lugar como cuál es la duración (de la residencia), pues no va a ser lo mismo cuánto tú te puedas vincular con un lugar si es un periodo de un año, que si es de un mes”. 

Esto nos remite a un segundo ejemplo de puente que crea el arte: el de la transversalidad. La movilidad que tenga un artista influirá de forma intrínseca en su perspectiva y lo que plasme; ese mismo ir y venir puede aplicarse a las técnicas utilizadas pues actualmente es común conocer artistas plásticos que lo mismo se dedican a la escultura que al uso de los medios digitales y multimedia. 

Un cuarto puente que crea el arte, es el social. Si bien como dice Ana, éste genera un impacto social sea cual sea su temática, existen algunas que influyen en un cambio en el contexto actual. 

Cuántas veces no se ha escuchado la frase de utilizar el arte para reconstruir el tejido social, éste no es sólo un cliché, es una realidad que ha caído en un absurdo para quienes lo dicen ‘de dientes para afuera’, pero no para quienes lo aplican, para quienes ven ese cambio en las comunidades, colonias y zonas donde se realizan y se esmeran cada vez más por trabajar la cultura y el arte en esos lugares, en conectar con la población y hacer un lazo que puede cambiar vidas. 

“Si uno piensa, por ejemplo en disciplinas que son más cercanas al activismo, ahí el tema de cómo romper fronteras o del impacto social del arte puede ser mucho más directo, pero en general, siento que el arte tiene esa facultad dependiendo de qué temática o en qué consista el cuerpo de trabajo de uno. 

A veces pueden ser temas muy universales que tienen que ver con la naturaleza humana y ahí el tema de romper fronteras está muy intrínseco porque uno está, entre comillas, abordando tópicos universales; pero si es un artista que trabaje más con determinados contextos, pues entonces la facultad de romper fronteras también puede ser que gracias al arte como herramienta de comunicación, esa investigación, como un contexto en específico se pueda dar a conocer en otros lugares. Entonces es un poco dependiente al tipo de trabajo que uno haga”.

Así, podríamos continuar con las fronteras y puentes que crea el arte, como el creativo, que puede transformar un objeto singular en algo fuera de lo común; el comercial, al realizar réplicas de una obra original; de la forma de pensar, que hace que el espectador salga de su cuadro de perspectiva para intentar conocer la idea que concibió el artista. 

Pero lo que es un hecho, es que más allá de las brechas que pueda sobrepasar el arte, la vida misma no sería lo igual sin él, sin esa forma en que el humano deja su huella en el mundo. 

Este texto se publicó originalmente en la Revista Cultural Alternativas N° 109: http://bit.ly/Alternativas109