Arte español muy leonés 

León, Guanajuato

Cultura, Identidad y Patrimonio

Arte español muy leonés

Por Daniel Rentería Martell   12/07/19

 

Considerado un oficio de tradición, la fabricación de calzado requiere el uso de materia prima como piel, cuero y diferentes químicos, los cuales son trabajados en tenerías, fábricas y talleres que se pueden localizar en prácticamente toda la ciudad.  

Inspirado en este proceso, el artista español Kiko Pérez recurrió a los materiales característicos de este trabajo para crear la colección de pinturas y esculturas que exhibirá durante el Cuarto Ciclo de Exposiciones 2019 de la Coordinación de Artes Visuales (CAVI), en el marco del XXII Festival Internacional de Arte Contemporáneo —FIACmx—. 

Nacido en Galicia pero radicado en Madrid, Kiko es un artista multidisciplinar que estilísticamente se interesa por los planos de color y formas que fluctúan entre lo geométrico y lo orgánico, con especial énfasis en la línea y la superposición de los planos.

Kiko arribó a León desde abril como parte del programa de residencias artísticas dedicadas a la investigación y producción de arte contemporáneo que realiza Charco en la ciudad, un proyecto de transversalidad creativa entre los dos lados del Atlántico promovido en el Bajío por el coleccionista mexicano David Ramírez Chávez en conjunto con el Instituto Cultural de León, y en sus primeras dos ediciones con Acción Cultural Española, a través de su Programa para la Internacionalización de la Cultura Española, bajo el nombre de Granero.

Una de las prioridades del artista durante su estadía en territorio leonés, es conocer lo mejor posible el contexto que aprecia, para plasmarlo en cada una de las piezas que elaborará; además de explorar las posibilidades que ofrecen las técnicas de pintura y escultura relacionadas con los procesos de producción y las particularidades de la industria y artesanía zapatera, vitales en el tejido empresarial local.

“Es la primera vez que estoy en México, entonces ha sido todo bastante impactante en el mejor de los sentidos, está siendo una experiencia muy positiva y quiero que estas cuestiones se reflejasen un poco en mi trabajo. Intentar absorber o hacer un poco de esponja, y que estas cuestiones que se perciben diferente del día a día de todo, la comida, la luz, sonidos, olores, la manera de ser de la gente, todo, que estuviese presente de alguna manera”.

Señaló que, a diferencia de trabajar en un lugar con mayor movimiento o tamaño como la Ciudad de México o alguna urbe de otro país como Londres o Madrid, León es un sitio ideal para desarrollar sus proyectos, ya que factores como las distancias o el ritmo de vida benefician y optimizan sus procesos además de que la industria del calzado se encuentra prácticamente en toda la ciudad.

“Es bastante fácil estar aquí, no sé si es la ciudad, la cultura o qué, pero sí está todo de alguna manera más fácil. Yo llevo viviendo en Madrid unos cuantos años y esto de las ciudades grandes (…) es complicado, que tienes que ir a un sitio que está lejísimos y acá (la corta distancia) es una gran virtud. Estoy intentando aprovechar que tiene que ver con toda esta industria del calzado, de la piel, que está todo relacionado”.

Para ‘empaparse’ de este oficio tan representativo de León y aprender de primera mano los procesos artesanales que son difíciles de encontrar en su país natal, Kiko se ha dado a la tarea de entrar en talleres, fábricas, tenerías y comercios de barrios tradicionales como El Coecillo y la Zona Centro.

“En cuestión de la piel, voy a cuatro cuadras y encuentro 20 tiendas que venden diferentes tipos de piel hasta el techo, la tienda llena de rollos de piel y en España no existe, quizás en algún pueblo, pero sería muchísimo más difícil y más caro, tengo que aprovechar y hacer todo lo que pueda aquí”.

Comentó que desde hace algunos años había tenido la inquietud de trabajar con materiales como la piel y el cuero, por lo que al ahondar en la tradición leonesa, no dudó en utilizar estos recursos para tomar esta riqueza cultural y transformarla en arte.

“Cuando llegué aquí me hablaron acerca de esta industria del calzado y de la piel, y lo tuve claro, quería trabajar con estos materiales y con estos procesos, ver cómo podía adaptar algunos de los procesos a la cuestión artística”.

Será en esta misma exhibición donde Kiko busque romper el paradigma de la obra de arte que debe ser observada a distancia, ya que dentro de su muestra, tanto las esculturas como las pinturas, podrán ser tocadas por el espectador para que sea más completa la experiencia y logre trascender.

“Me interesa que la materialidad de la obra sea un ingrediente importante, la cuestión física, el material de la obra, siempre me gusta que de alguna manera entre la pintura y la escultura el ojo llame a la mano (…), son obras muy visuales, que de alguna manera llame al sentido del tacto, que te den ganas de tocar y ver de qué está construido. Es un poco complicado explicar, que lo visual trascienda a algo táctil”.

Si bien, la influencia principal serán estos materiales y procesos, su línea de trabajo no cambiará de tal modo que se convierta en un contraste absoluto de su historial, a pesar de los giros que puedan aparecer en el transcurso de la fabricación.

“Todos los sentidos que puedas añadir a una experiencia son valiosos, más y mejor información vas a tener de toda la experiencia, hay algo así como de las ideas que uno percibe, quiero llevarlo más a esta cuestión de la percepción que de los sentimientos”.

A consideración de Kiko, el tiempo que se otorga es el preciso para el desarrollo de una buena exposición, pues el lapso de abril a mediados de julio que estará en el Bajío, le da oportunidad para aprender e iniciar el proceso creativo.

“Es justo (el tiempo), tampoco quería llegar y ponerme a trabajar inmediatamente, sino darme un tiempo para conocer y para absorber un poco cual esponja, respirar un poco y ver. Esto lleva tiempo, el arte en general lleva tiempo, para mí es una cuestión lenta (…), todo este proceso de empaparse y de darle sentido a lo que uno hace, lleva más tiempo”.

Muchas de sus obras adquieren autonomía plena, a pesar de que en un primer momento puedan parecer bocetos, haciendo énfasis en que la obra que en verdad trasciende, es la que logra una impresión no necesariamente al momento de apreciarla por primera vez.

“La parte que a mí me interesa es que haya un extrañamiento. Que vayas a ver algo que no sepas quizás qué es, quizás que no entiendas nada, quizás hasta que ni te guste de primera mano, pero que te conecte y que se te quede de alguna manera en la memoria o en la experiencia, en la percepción (...), el valor va creciendo con la memoria y recordando la experiencia. Quizás no sé tanto qué me gustaría, pero lo que no me gustaría es que (mi obra) sea algo que se consuma rápido a nivel visual y se olvide enseguida, me gustaría que permanezca en la memoria, en la experiencia y que sea útil”.

Sus creaciones han sido expuestas en espacios importantes como el CGAC (Santiago de Compostela), La Casa Encendida (Madrid), MARCO (Vigo), Borounia Gallery (Berlín), Heinrich Ehrhardt (Madrid) o Tatjana Pieters (Gante). Su obra se encuentra en colecciones como Miettinen Collection (Alemania/Finlandia); Fundación Pedro Barrié de la Maza (La Coruña, España), la Colección Lázaro (España) y próximamente en la Galería Jesús Gallardo.

La primera edición del programa de residencias artísticas entre México y España se realizó en 2018, con la estadía de los artistas Sergio Prego y Regina de Miguel, quienes ahondaron en la riqueza mineral que existe en el estado de Guanajuato, obteniendo como resultado la exposición Celda unidad, como parte del Segundo Ciclo de Exposiciones de CAVI 2018.

Para este año, fueron elegidos Kiko y Ana Navas, también española que arribará a suelo leonés a mediados de julio, para conocer el espacio geográfico, la identidad y memoria cultural de la región, y a partir de ahí, desarrollar un concepto artístico. Ambos proyectos contarán con la curaduría de la artista ecuatoriana Manuela Moscoso.

Para conocer los resultados de estas estadías en León, te invitamos a estar al pendiente de la página web y redes sociales del Instituto Cultural de León.

 

 

*Esta nota forma parte de la edición 107 de la Revista Alternativas, te invitamos a conocer la publicación completa aquí.

 


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