Hakken - Manga: negocio ‘redondo’ 

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Arte y Tendencias

Hakken - Manga: negocio ‘redondo’

Por José Luis Rojas Aldana - Shimbun México   12/07/19

 

La palabra Manga (漫画)
Compuesta por dos kanji: man (informal) y ga (dibujo), cuya traducción general sería “dibujos caprichosos o garabatos” (varía de acuerdo con la traducción, pero considero que es la más cercana a una interpretación del kaji original), se utiliza en Japón para referirse a las “historietas”; fuera de este país la empleamos para referirnos a un estilo japonés de dibujar y presentar las historias en papel.

 

Su origen

Los primeros trazos de estética manga aparecen en la segunda mitad del siglo XlX, en el periodo del emperador Mutsuhito; era una primitiva línea que representaba dibujos satíricos de animales que simulaban comportamientos humanos como pararse en dos patas. Los más conocidos son de la obra Chōjugiga o ‘Rollos Animales’, atribuidos a Toba no Sōjō, un sacerdote budista que plasmó las primeras viñetas en tiras de pergamino de entre 20 y 25 metros.

Otro antecedente son los Ukiyo-e, tablillas con dibujos impresos desarrollados durante el periodo Edo (1603-1867). Eran de fácil acceso y populares por satirizar la vida política y cotidiana. Su máximo representante fue Hokusai Katsushika, considerado el creador del vocablo manga y el primero en usar el término en una de sus historias Hokusai Manga.

Katsushika también es el autor de Tagosaku to Mokube no Tokyo Kenbutsu (1902), donde narra la historia de un par de campesinos de viaje en Tokio que, asombrados de la vida en una ciudad diferente, comienzan a comportarse de manera humorística ante cada situación.

Para los años 20, el manga se popularizó entre los niños y jóvenes japoneses, pero fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial que se estableció como industria al ser un producto de bajo coste que ofrecía una perspectiva alentadora a los lectores, que los hacía olvidar la reciente tragedia.

Así es como surgen las bibliotecas que publicaban mangas económicos y libros rojos de papel barato, entre ellos Shin Takarajima (la Nueva Isla del Tesoro, 1947), de Osamu Tekuza, libro que marcó la nueva era del manga gracias a su estética y narrativa. La importancia de este trabajo generó un alto impacto que llevó a Tekuza a trabajar para la revista Manga Shonen, la primera dedicada al Manga. Allí publicó trabajos como Astroboy y Jungle Taitei (Emperador de la jungla). 

El éxito obligó a las editoriales a publicar ediciones semanales en lugar de mensuales, provocando una gran derrama económica para Japón a mediados de los 80. Ejemplo de esto fue el que tuvo Akira Toriyama con Dragon Ball, que en 1984 consiguió ventas de más de 6 millones de ejemplares por semana.

Para 1997, Eiichirō Oda creó el manga más vendido de la historia: One Piece. Hasta el momento se contabilizan más 406 millones ejemplares vendidos en el mundo. 

Actualmente, es una de las industrias más importantes de Japón —más del 25 por ciento de los materiales que se imprimen en ese país pertenecen a este género—. Su importancia económica y cultural permanece en la mente de millones de seguidores en el mundo, quienes han adoptado el coleccionar como un estilo de vida debido a aquellos manga populares que llegan a la televisión con el anime o videojuegos y se comercializan también como figuras y todo tipo de objetos coleccionables. Este estilo de vida convierte a los seguidores en potenciales inversionistas.

En Japón hay poco menos de una decena de grandes editoriales y cientos de pequeñas, que en su conjunto vendieron 357 mil millones de yenes (60 mil 519 millones de pesos al tipo de cambio actual) y produjeron 838 millones de copias en 2014, de acuerdo con el estudio de Media Innovation Lab: Information Media Trends in Japan 2016.

A principios de 2011, América del Norte se convirtió en uno de los mercados extranjeros favoritos del manga, con un valor estimado de 300 millones de dólares. Entre las exportaciones más rentables está la serie Pokémon, de Satoshi Tajiri, con ganancias que sobrepasan los 150 mil millones de dólares.

Al hablar de la historia del manga debemos referirnos también al anime, formato considerado por muchos como una proyección, evolución o derivación técnica del tradicional manga. Un alto porcentaje de publicaciones son llevadas a la pantalla en este formato. La mayoría crecimos con clásicos como Saint Seiya y sus Caballeros del Zodiaco, Mazinger Z y el mismo Dragon Ball.

 

¿Cómo llega el manga a México?

De manera formal, la llegada del manga a México se dio hace más de 20 años, cuando empresas como Vid y Toukan (actualmente ToukanMango) aprovecharon el boom. Títulos como Dragon Ball, Los Súper Campeones, Sailor Moon, Ranma ½, Las Guerreras Mágicas y Sakura Card Captor, fueron adaptados al cómic americano en tamaño, sentido de lectura y trazos, para el lector mexicano.

De acuerdo con el Padrón Nacional de Medios Impresos, de la Secretaría de Gobernación (Segob), la publicación del Grupo Editorial Notmusa tiene un tiraje de 624 mil 770 ejemplares semanales; cifras de la propia revista aseguran que son 782 mil copias por semana. Es decir, entre 2.5 millones y 3.1 millones de ejemplares al mes, según el número que se tome de referencia.

Los consumidores mexicanos destinan entre 51 y 100 pesos al mes para comprar revistas, de acuerdo con el Estudio Anual de Revistas 2017 del Departamento de Investigación de Merca 2.0. La directiva de Panini México (firma italiana) que apostó por este formato en México, destaca que sus lectores compran, en promedio, tres ejemplares cada mes, con un valor individual de 85 pesos, es decir, 255 pesos en total.

Conforme con la consulta realizada por Panini México en 2018, los mangas más vendidos en México son:

  1. Legend of the Zelda
  2. Dragon Ball
  3. Ghost in the Shell
  4. Hunter x Hunter
  5. Your Name

 

Bibliografía:

*Esta nota forma parte de la edición 107 de la Revista Alternativas, te invitamos a conocer la publicación completa aquí.


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