De Perfil, María Luisa Vargas San José, compartir es parte de su esencia 

León, Guanajuato

Literatura

De Perfil, María Luisa Vargas San José, compartir es parte de su esencia

Por Tania Pérez   25/04/19

Desde pequeña se involucró en la cocina aunque en ese entonces no sabía que a ésta le dedicaría y le dejaría tanto.

 

Una tarde, su madre le pidió ayuda para terminar la comida. Le pasó cilantro y el chile picados con la advertencia de no chuparse los dedos después de agarrarlo. Esa fue la primera vez que formó parte activa de un ritual culinario en su familia, o sea, cocinó.

 

“Yo tenía 7 años y mi mamá me ayudó a arrimarme una sillita junto a ella, me puso un molcajete y ella asó el jitomate, lo despellejó, me lo pasó y lo primero me dijo fue «le pones sal». Era la salsita de molcajete básica y era para mi papá que llegaba de trabajar”.

 

Años después, en 1983, fue el apego familiar lo que llevó a la familia Vargas San José a dejar la Ciudad de México para establecerse en un lugar más tranquilo, en León de los Aldama. En este entonces la hija mayor del matrimonio Luis Vargas y María Luisa San José -de quien heredó su nombre-  estaba en edad universitaria así que una de sus prioridades fue buscar una casa de estudios y un lugar donde tomar buen café.

 

Como refugio adoptó El Ahuizote (un café-librería de Agustín Cortés) y aunque sus intereses estaban en las carreras como psicología o filosofía, decidió inscribirse a la licenciatura en Comunicación en la Universidad Iberoamericana de León.

 

“Luis Fernando Brehm fue la inspiración entonces, me dijo «métete a comunicación, te gusta la historia, te gustan las humanidades, te gusta la filosofía, yo tengo todo eso y más», y le dije, «órale pues», me convenció y me quedé”.

 

Poco antes de terminar la licenciatura, María Luisa Vargas contrajo matrimonio con Hugo Valencia García y se embarazó de su primera hija. Entonces decidió posponer un tiempo sus estudios por dedicarse a la vida familiar, pero no dejó la vida académica por mucho tiempo.

 

Como compartir es parte de su esencia, pues desde joven impartía clases voluntarias en escuelas para adultos y visitaba niños en recuperación para leerles, la docencia se le dio naturalmente, y cuando sus hijos Lucía, Carmen y Hugo, entraron a la escuela decidió dedicarse a ello.

 

Después de trabajar con Brehm -su antiguo director de carrera- en la investigación ‘México ficticio’, haciendo crítica literaria e investigaciones sobre la literatura mexicana posterior a la década de los 40, comenzó a dar clases de materias humanísticas en el Instituto Lux y Jassá, además de talleres en la Ibero.

 

En algún punto, María Luisa cambió de institución pero no de labor, y se integró como profesora en la Universidad de Guanajuato campus León, en la recién abierta licenciatura en Cultura y Arte. Ahí mismo realizó una maestría.

 

“Luis Fernando me dijo un día «¿qué vas a hacer de tesis?», le dije «No tengo ni idea», «pero si cocinas divinamente y la cocina comunica» y dije, «ah, tienes razón». Siempre ha sido mi mago de la guarda, mi mago madrino”.

 

Y fue ese comentario en una cena entre amigos, el impulso que llevó a María Luisa a dedicar sus conocimientos en investigación a la cocina, algo que resultó no sólo en un interesante trabajo de titulación, también en su primer libro Meditaciones de Cocina Íntima, publicado en 2014.

 

A través del ensayo, María Luisa plasmó sus investigaciones y opiniones de manera lírica y ligera con el fin de que éste fuera un “vehículo de difusión cultural”. Además, exploró temas desde la necesidad de alimentarnos para seguir vivos, a las tendencias humanas de establecer relaciones sociales a través de la comida, hasta la semántica y estética de la gastronomía.

 

A partir de entonces, escribir sobre el comer y el cocinar se volvió parte de su cotidiano, pues con el contacto de uno de sus exalumnos, Xosué Martínez, comenzó a colaborar mes con mes en la Revista Cultural Alternativas con artículos sobre sus investigaciones culinarias.

 

Cinco años han pasado desde entonces por lo que en cerca de 60 publicaciones ha dedicado textos a ingredientes como la canela, la cebolla, el pan, el café, o temas tan peculiares como Dalí o Andy Warhol y sus recetarios, qué comía Shakespeare o Cervantes, y hasta Pablo Neruda en su faceta de parrillero.

 

Esta información recabada, que en Alternativas la presenta en dos cuartillas, está en proceso de ampliación para volver un libro y también le dieron pie a crear el programa ‘De cocina y otras maravillas’, una producción que trabaja con su hermana Beatriz y su amiga, Laura Lozano, y se transmite cada martes a las 18:30 horas a través de Radio Universidad.

 

“Como que todos los textos se entrelazan, se crecen, se convierten en programas de radio, en libros, en charlas, en mis clases y todo está junto, como integrado en un todo muy armónico, por eso soy muy feliz haciendo lo que hago”.

 

Aunque le es sencillo decidir su platillo preferido, gordita frita de maíz quebrado rellena de chicharrón, no podría poner como favorita alguna de sus tres actividades principales y menos después de tantos años dedicándose a ellas.

“Educar, cocinar y escribir son modos de habitar el mundo que tienen mucho en común, como que tienen corazón en común.

 

Cuando escribes, creces; cuando enseñas, creces; y cuando cocinas, nutres: creces tú y crecen lo demás”.

 

Por ese pensamiento, asegura que lo que más le gusta cocinar son grandes guisos, con muchos ingredientes y en grandes cantidades para que rinda.

 

“La paella me fascina hacerla, si me la como qué divino pero lo que me gusta es cocinarla, que quede linda y que sea para muchos”.

 

Este gusto por compartir los alimentos con los demás lo trae de familia, pues no sólo su madre la adentró a la cocina, María Luisa recuerda que también su padre solía disfrutar el tiempo delante de parrillas y cazuelas.   

 

“Mi papá era el que cocinaba los fines de semana, en vacaciones, después cuando se jubiló y hasta el día que se murió. A mí me hizo una fabada dos días antes de morirse, entonces para mí, esa fabada es un platillo que me va a hablar para siempre”.

 

En sus tiempos libres, la maestra en Arte y Cultura pasa su tiempo en familia o con libros de escritores existencialistas o autoras feministas, aunque dice sentirse un poco en deuda con León y promete investigar y analizar pronto cuáles son los sabores de León a través de sus recetarios.

 

“Treinta y seis años viviendo en León, aquí me casé, aquí tuve a mis hijas, a mi nieto, ya soy de aquí”.


Historias Populares
Historias Recientes

Instituto Cultural de León

Oficinas Generales
Edificio Juan N. Herrera s/n
Plaza Benedicto XVI, s/n
Zona Centro
León, Guanajuato, México.

E-mail: prensaicl@gmail.com
Teléfonos: (477) 716 4301 - (477) 716 4899