Así se puso FeNaL 2018

La FeNaL concluyó el domingo seis de mayo, después de casi dos semanas de actividades constantes. El evento de clausura contó con la presencia de Carlos María Flores, director del Instituto Cultural de León, quien dirigió un discurso de despedida y agradecimiento hacia todas las personas que hacen posible año con año la celebración de las palabras que es la FeNaL. El evento de cierre estuvo a cargo del Colectivo Garambullo, quienes realizaron un concierto en homenaje a José Alfredo Jiménez.

Con un promedio de 35 evento diferentes por día, la vigésimo novena edición de la Feria Nacional del Libro de León estuvo llena de contrastes multidisciplinares que permitieron a los asistentes acercarse a diversas manifestaciones de expresión artística de manera simultánea, todo de forma gratuita.

De la gran gama de oferta cultural que estuvo a disposición de la los asistentes a la FeNaL, destacan las presentaciones editoriales, las cuales suelen entenderse como un evento dirigido a un público muy específico y delimitado, al considerarlos encuentros donde sólo aquellos conocedores de la obra o del autor serán bienvenidos y definitivamente, no es el caso.

Cada día predominaban en el programa las presentaciones editoriales de temática variada; hubo booktubers, quienes lograron atraer grandes cantidades de gente, que hizo fila desde una hora antes del evento y hasta dos horas después del mismo, para poder interactuar con ellos. Las universidades -locales y nacionales- estuvieron presentes con publicaciones, resultado de valiosas investigaciones de ciencia, economía, artes, pedagogía, salud, patrimonio histórico y cultura. Cualquiera podía acercarse a las presentaciones y conocer temas nuevos, reflexionar al respecto, cuestionar a los presentadores y nutrir su bagaje cultural. Por ejemplo, la escritora Edurne Portela compartió durante la presentación de su novela “Mejor la ausencia”, experiencias muy personales sobre cómo fue para ella crecer en el País Vasco durante la época de la lucha armada, que si bien –parafraseando a la autora- no cobró tantas vidas como el crimen organizado en México, la situación era de una incertidumbre exacerbada que generaba un estado de desconfianza generalizado.

Hubo también ilustradores de libros para niños, que compartieron con las jóvenes audiencias la travesía que emprenden cada vez que tienen el reto de crear las imágenes que acompañan a un cuento. Se estregaron premios y reconocimientos, a escritores jóvenes -y no tan jóvenes-. Se contó con la presencia de personalidades e intelectos de renombre, como la periodista y dramaturga Sabina Berman, la escritora y crítica de cine Fernanda Solórzano, el escritor inglés Irving Welsh, el escritor argentino Eduardo Sacheri, -por mencionar sólo algunos-. Quienes no presentaron una obra literaria en particular, sino que reflexionaron en torno a su quehacer como escritores y al papel que tiene la literatura como medio de comunicación dentro de la sociedad actual.

De manera general esta edición de la Feria Nacional del Libro de León resaltó por tomar en cuenta a las generaciones más jóvenes en todos los aspectos; desde la programación de eventos, -muchos de los cuales no hemos mencionamos en este texto-, incluyó cuentacuentos, teatro infantil, teatro con títeres, conciertos y talleres que abordaron temas de relevancia social como la inclusión y el feminismo. Por su parte los stands de libros ofrecieron a los lectores –y compradores- una gran cantidad de títulos de literatura infantil y juvenil, acompañados de juegos que favorecen el desarrollo y la destreza mental, como rompecabezas y retos mentales de diferentes tipos.

Fue una edición de la feria llena de logros y satisfacciones, donde las familias convivieron y los jóvenes y niños encontraron un espacio para compartir sus gustos e intereses y adquirir nuevos. Podemos considerar a la FeNaL no sólo como un escalón ascendente en cuanto al fomento de la lectura, sino como en un éxito en cuanto al fomento de la escritura, la formación de públicos y el consumo de productos artísticos y culturales en el estado de Guanajuato.