Hacer de la nada un arte

Ser creativo no es exclusivo de artistas. En carreras como las ingenierías no se excluye el fin mismo de la creación. Los procesos que atienden ambas vertientes desembocan en objetos y experiencias, ahí quizá la diferencia de ambas personalidades que no están peleadas entre sí

Jaqueline y Miguel Ángel son ingenieros y artistas que han sabido llevar sus procesos de creación, desde lo técnico, hasta lo creativo.

Para ambos la brecha que podría existir entre una carrera creativa y una ingeniería, fue más que una barrera, un motor. Para Jaqueline, el dibujo técnico ha marcado un estilo en su producción pictórica; mientras que para Miguel Ángel, la experimentación ha dado como resultado piezas que van desde lo escénico, la danza y hasta la música creada por sensores de movimiento.

“Todo lo que se hace técnico con cuestiones funcionales, lleva implícito una cuestión de arte. La ingeniería me enseñó que desde la nada, puede crearse algo”. Nos compartió Miguel Ángel, quien refleja en sus obras un dinamismo presente entre las distintas disciplinas conjugadas en su obra, siempre atendiendo a lo multimedia, a medios digitales.

Para un artista el proceso lo es todo, Jaqueline imprime su sello personal en cada pieza. La necesidad de espacio la motivó a hacer de la pintura una búsqueda de lo que habita en su interior para expresarlo, de esa manera sus obras evocan temas como el vacío.

Como creadores han atendido también la parte de promoción de su obra. Ser parte de la generación de Jóvenes Creadores ha sido una travesía para ambos. Aunque Jaqueline ha participado en tres ocasiones cada oportunidad se vuelve diferente. En su primera vez, Miguel Ángel describe que no es tan difícil como pudiera parecer. La clave, mencionan ambos, es tener claro lo que se quiere hacer, en cuánto tiempo y con qué elementos.

Lo que sigue para ellos después de cada proyecto es un proceso de reinicio: interiorizar, revisar y encuadrar las ideas, reflexionar para aportar algo.

Conócelos

Jaqueline Lozano es ingeniera en Mecatrónica por la Universidad Tecnológica de León, es originaria de esta ciudad y está por cumplir los 34 años. Se ha dedicado, además de la ingeniería a la pintura. Actualmente complementa su perfil con una licenciatura en gestión cultural.

Miguel Ángel Reyna Martínez es originario de San Luis Potosí, pero vive en la capital de nuestro estado desde hace varios años, por lo que se naturalizó guanajuatense. Estudió Ingeniería en Electrónica en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y tiene 32 años. Su rama artística es la multimedia, resultado de la experimentación entre la multidisciplina entre el arte y la electrónica.

La obra de estos dos artistas la podrás encontrar en la gran exposición Creación en movimiento hasta el 6 de mayo en las galerías y salas de exposición del ICL.

Texto publicado en la Revista Cultural Alternativas. Hacer de la nada un arte.