Lagartijas tiradas al sol de Tijuana

El público de la 38 Muestra Nacional de Teatro se trasladó a Tijuana en compañía del actor Gabino Rodríguez para experimentar la realidad de la mayoría de los mexicanos. Un cambio de identidad le permite a Gabino habitar otra piel, la de Santiago Ramírez, trabajador de una fábrica, habitante de una colonia popular de Tijuana que sobrevive con el salario mínimo, en una historia de Lagartijas tiradas al sol. 

Alrededor de 24 millones de mexicanos viven, o mejor dicho sobreviven con el salario mínimo. Gabino Rodríguez, actor de teatro y televisión, se aventuró a ser otro y a experimentar durante 5 meses la realidad de millones de mexicanos. Para ello cambió de identidad, haciéndose pasar por Santiago Ramírez, trabajador de una fábrica, habitante de una colonia popular de Tijuana donde los colonos hacen justicia por su propia mano. ‘Tijuana’ es el nombre de esta historia, la historia de la democracia en México.

La 38 Muestra Nacional de Teatro recibió a la compañía capitalina ‘Lagartijas tiradas al sol’ a la que pertenece el actor Gabino Rodríguez, quien compartió con el público reunido en la Caja Negra, su segunda vida. Santiago Ramírez abandonó la Ciudad de México para empezar de cero en Tijuana, donde un conocido le consigue un trabajo en una fábrica. Ahí es otro obrero más. Renta una habitación en una colonia popular donde comparte espacio con una familia conformada por el padre, la madre y una hija de aproximadamente 20 años. Todos los días se levanta muy temprano y camina a la parada del camión. El salario que recibe apenas le alcanza para cubrir sus necesidades básicas y de vez en cuando, darse un lujo: alguna cerveza, una cajetilla de cigarros, algún antojo. Así transcurren los días de Santiago, quien esconde su verdadera identidad durante 5 meses para experimentar la posibilidad de ser otro, de calzar los zapatos de otro, ¿qué, si no eso, es actuar?

‘Tijuana’ forma parte de un proyecto mucho más ambicioso denominado ‘La democracia en México 1965-2015’; una investigación sobre las ideas que sustentan el ideal democrático y sobre las experiencias que produce la puesta en práctica de ese ideal. Este proyecto se divide en 32 partes, una por cada estado de la República Mexicana, lo que ofrece 32 visiones de un mismo país desde lo social, lo histórico, lo biográfico y lo ficcional. Tijuana, Veracruz y Santiago Amoukalli conforman las tres primeras partes.

Los días de Santiago transcurren sin novedad. Por las noches observa la colonia mientras se fuma un cigarrillo y los fines de semana visita una cantina frecuentada por desarraigados que bailan cumbia con los ojos cerrados, imaginando quizá que son otros. Por el día trabaja, a veces hasta 16 horas seguidas sin descanso. Pasan dos, cinco meses. Un dolor agudo en la espalda lo derrota. Su identificación oficial en donde aparece su verdadero nombre, se extravía. Las sirenas de las patrullas y ambulancias resuenan muy cerca de donde vive. Un hombre, quien es señalado como presunto violador, es linchado por los vecinos. La cosa se pone color de hormiga. La experiencia llega a su fin. 

Salimos de la Caja Negra sin saber quién somos. Cuestionamos la piel que habitamos, el territorio en el que transitamos, las causalidades que nos guiaron hasta el espacio que ocupamos. Tijuana es una propuesta valiente que cuestiona, no sólo el significado de democracia, también los caminos de la ficción y sus límites.