Shakespeare revolucionario en escena

Mendoza de Colochos Teatro, es otra de las propuestas escénicas del FIACmx. Esta tragedia bajo la dirección de Juan Carrillo, demuestra la universalidad de la obra shakespereana, vistiéndola con sombrero y sarape. Descubre esta historia de ambición, sangre y poder, situada en el México revolucionario, el martes 7 de noviembre en punto de las 19:00 horas en la Casa de la Cultura Diego Rivera. 

Colochos Teatro ha asegurado la universalidad de las tragedias de Shakespeare. Las han traducido al lenguaje de la revolución mexicana, le han puesto sombrero, nahual y mezcal a Lord y Lady Macbeth transformándolos en Don y Doña Mendoza, y sobretodo, han creado una cadena de derramamiento de sangre en el escenario.

Mendoza es una creación del escritor Antonio Zúñiga y del director Juan Carrillo, quienes se aventuran a hablarle a “tú por tú” al Bardo. Lo ponen en una mesa junto a Juan Rulfo y Elena Garro, de quienes aterriza la esencia mexicana para lograr una dramaturgia alterna, trágica y hasta cierto punto folklórico.

Para esta tragedia, nos remitimos a una cantina, que aunque sabemos que está llena de soldaderas y coronoles de la revolución, en realidad no pertenece a ninguna época, tal vez una maldición más a estos personajes, que no puedan salir de ese mundo.

El general Mendoza, un hombre lleno de ambición y contrario al movimiento revolucionario, se encuentra a una bruja quien le conjura los más altos cargos. Es así como Mendoza construye su asunción, a base de traiciones, de alucinaciones y de asesinatos.

La magia y el inmenso lenguaje contrastan con un foro a cuatro frentes, una escenografía prácticamente inexistente y elementos de utilería sui generis: seis sillas, una mesa de metal, rebozos, manteles, cubetas y botellas de cerveza.

El elenco está formado por Marco Vidal, Mónica del Carmen, Erandeni Durán, Leonardo Zamudio, Martín Becerra, Germán Villarreal, Ulises Martínez, Alfredo Monsiváis, Roam León, Yadira Pérez y Carla Soto.

La idea del lenguaje y alegorías revolucionarias en un espacio atemporal no es sino un esfuerzo por una crítica a las luchas de poder y de política que actualmente se hacen en México. La historia, telaraña de Zúñiga-Carrillo toca la casi endémica corrupción nacional y política.

Son estos creadores quienes buscan en Mendoza, demostrar la universalidad de la obra shakespereana, por lo que no es una obra para amantes del bardo o para personas instruidas en el lenguaje, Mendoza habla “derecho” y ofrece a todos, lo mismo tragos que balas.

• Texto publicado en la Revista Cultural Alternativas N88 Noviembre 2017