Lolita, una cultura neorromántica 

León, Guanajuato

Cultura, Identidad y Patrimonio

Lolita, una cultura neorromántica

Por Hanna Bonilla    31/08/17

Hanna Bonilla es una leonesa experta en cosplay, quien nos comparte su conocimiento sobre el ‘Lolita’, una peculiar subcultura que no tiene nada que ver con la Lolita de Nabokov. Se trata de un estilo de vida proveniente de Asia. Una moda con una estética muy característica, llamativa y particular que puede generar muchas confusiones tan solo por el nombre. 

 

El ‘Lolita’ se empieza a gestar en los años 70 en Japón con el impulso de algunas marcas que ya tenían ropas del estilo. Surge en Osaka y se expandió hasta llegar a Tokio, y finalmente a Harajuku, el barrio de moda por excelencia de la capital nipona, donde se popularizó la ‘Moda Lolita’. Como toda moda, para expandirse y volverse comercial, necesita un ícono de moda, siendo, muchas veces, los ídolos juveniles de grupos de J-Rock y Visual Kei.

Ahora que se ha expandido esta moda por todo el mundo, en cada región suele haber iconos de moda que solo son Lolitas y se les conoce primordialmente por internet.

El Lolita es una subcultura neorromántica con estética principalmente Victoriana y Rococó, con toques de siglos XV al XVIII. Esta moda tiene normas y un dress-code muy marcado: “Un conjunto Lolita se compone de elementos clave básicos. Estos se pueden dividir en: headwear, blusa, falda con corte de campana A (bell-shaped), undergarment (como serían la crinolina y los bloomers), calcetería y calzado. Cada elemento es fundamental en la creación de la adecuada estética Lolita, Aunque ninguno de estos puede ser llamado absolutamente necesario”, como señala My Lolita Style, una de las más importantes comunidad Lolita en Latinoamérica.

El trasfondo ideológico de esta moda y su origen se puede explicar como una manera de responder contra la opresión de la sociedad japonesa, en específico sobre el rol y forma de actuar de “una buena madre o esposa”. Usar atuendos femeninos y casi infantiles significó una manera de rebelarse y sentirse libres. En la actualidad, las Lolitas busca alejarse de una vida llena de amargura y endulzarla un momento.

Para quienes adoptan esta moda, el Lolita es una fuente de libertad, de épocas y edades, y libertad de género, ya que si bien hay un estilo de chicas y uno de chicos (Boystyle); existen subgéneros como el Bilolita, donde son hombres los que portan vestidos y tacones, y viceversa, las chicas visten como si fuesen un niño victoriano.

Las Lolitas suelen hacer reuniones para salir juntas portando esta moda. Al año, hay dos Loliday (verano e invierno), casi siempre en junio y diciembre. En México se organizan reuniones nacionales que buscan coincidir con estas fechas, rolando la anfitrionía a cada grupo local.

El tipo de reunión más común es la ‘Tea Party’, reunirse en algún café “lindo y fancy” u organizarlo con mesas a modo de café y disfrutar de dulces y pastelería, salidas tipo picnics y caminatas en grupo por lugares históricos o culturales

Las convenciones de anime y comics o eventos de la comunidad “friki” son los espacios más comunes para encontrar Lolitas, porque comparten el gusto por la cultura japonesa, sin embargo, es importante señalar que no se trata de un disfraz tipo cosplay. Al ser una subcultura popular, en muchas producciones japonesas se pueden encontrar personajes con vestimenta inspirada en las Lolitas.

El estilo de moda Lolita no tiene nada que ver con lo erótico, no es sexualizado (de hecho se tapan demasiado), no es un disfraz y no tiene que ver con el anime precisamente. No lo mismo Loli-Con (vestido de uniforme escolar diminuto) o las Maids (vestido de sirvienta).

Muchas veces se confunde el término Lolita con el nombre del personaje en la novela de Nabokov, sin embargo, al no tratarse de un acercamiento al sexo o a la pedofilia, se habla de que su única convergencia es que Lolita es “una niña más madura”. Aunque en occidente es una niña literal, en Oriente es una joven que parece niña.

Lolita es un estilo bastante caro, pues hacerse de un outfit básico puede costar desde 2 mil pesos en adelante, lo que causa sentido cuando la mayoría de las mujeres que lo portan tienen entre 20 y 30 años de edad, quienes cuentan con recursos económicos para costear la moda. Sin embargo, quienes estén interesados pueden comenzar combinando indumentarias que los acerque a verse como muñecas, sin gastar demasiado.

 

 


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