Muere George Romero, el padre de los zombies

Georege Romero no necesitará convertirse en zombie para seguir entre los vivos. El creador de la imprescindible cinta Night of the living dead (La noche de los muertos vivientes), murió este domingo 16 de julio a la edad de 77 años después de perder la batalla contra el cáncer de pulmón. Para Romero, defensor de las películas de bajo presupuesto, los zombies son mucho menos siniestros que los seres humanos.

La imagen de un muerto viviente con apetito de carne humana ha fascinado a generaciones, y como muestra de ello se encuentra la popular serie televisiva The Walking Dead, basada en el cómic homónimo de Robert Kirkman, misma que logró congregar miles de adeptos alrededor del mundo, por lo menos en sus inicios. Lo cierto es que esta y otras historias no existirían si no hubiera sido por el genio de Georege Romero, creador de la emblemática película La noche de los muertos vivientes (1968), una de las mayores influencias no solo del subgénero del cine de zombies, sino de las películas de terror e incluso de algunos videojuegos.

Desde temprana edad Romero mostró afinidad por el séptimo arte, siendo sus principales influencias Michael Powell y Orson Welles. Tras graduarse de la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh, fundó la compañía The Latent Image junto a John Russo y Russell Streiner, con quienes inició un pequeño negocio de comerciales para la televisión. Con apenas 114 mil dólares, Romero y sus socios decidieron incursionar en el cine de terror con un guion basado en la novela ‘Soy leyenda’ de Richard Matheson. Fue en este proyecto donde Romero sacó a relucir su potencial creativo sin preocuparse demasiado por las reglas cinematográficas, creando una película fuera de serie que resulta difícil de olvidar.

Para Romero, esta película no se centra en una idea monstruosa ni trata de posibilidades extraordinarias; representa un cambio global de algún tipo y la forma en la que las personas responden a ese cambio: “No me importa lo que son. No me importa de dónde vinieron. Pueden ser cualquier desastre. Podrían ser un terremoto, un huracán, lo que sea”, señaló el cineasta en alguna ocasión, ya que el termino zombie sería acuñado tiempo después.

El director de La noche de los muertos vivientes, Zombi y El día de los muertos, logró llevar sus películas de bajo presupuesto a lo más alto, convirtiéndolas en un clásico que continúan fascinando a la audiencia, demostrando que no se necesitan de grandes producciones millonarias para pasar a la historia y perpetuarse en las pesadillas de las personas sin importar edad, creencia o nacionalidad.