Buena suerte, Luis Trompetas

Las despedidas son inevitables, así como los cambios. En esta ocasión nos toca decir adiós a Luis Flores Villagómez, quien fungió durante 5 años como el coordinador de la Escuela de Música de León, dejando un enorme legado: logros y aciertos que permanecerán en la institución. Luis asume ahora un nuevo reto como Director del Departamento de Música de la UG. 

El maestro Luis Flores Villagómez arribó a la coordinación de la Escuela de Música de León en agosto de 2012. Su misión: ayudar a una institución con casi tres décadas de tradición a afrontar el reto de recibir estudios universitarios. Cinco años después, el también trompetista dice adiós a esta escuela, con una serie de resultados satisfactorios en la mano, para incorporarse como director del Departamento de Música en la Universidad de Guanajuato. 

Algo de historia. En 2012 el Instituto Cultural de León emigró de la Excárcel Municipal para que este edificio comenzara su transformación hacia el Museo de las Identidades Leonesas. Dicho inmueble albergaba en ese momento las escuelas de Artes Plásticas y de Música (EML). La primera conservó su lugar, mientras que la segunda se movía constantemente al interior del edificio, sin tener un momento estable.

Al mismo tiempo, la EML comenzaba su adhesión a la Universidad de Guanajuato para albergar estudios reconocidos de nivel medio superior. Luis Flores Villagómez llegó para darle continuidad a ese paso que se logró gracias a la gestión del Dr. Javier González Compean.

El reto era claro: despejar las dudas y aclarar las cuestiones administrativas y los procesos para los alumnos que buscaran registrarse, y Flores era el indicado. Licenciado en Música, Maestro y doctorante en Artes; su relación con la máxima casa de estudios, y su experiencia como coordinador del claustro de alientos, metal y madera de la misma institución; fueron clave para lograr encajar con éxito en el proyecto universitario, que hoy ya cuenta con el nivel de licenciatura (2016).

La evolución de la EML continúo. Durante dos años, una vez ya desalojada la Excárcel, residió íntegramente en un piso de la calle Hidalgo. “Ahí fue donde ya comenzamos a hacer grupo, a hacer imagen, a esclarecer los procesos, y fue cuando iniciamos con las orquestas”, aclara Flores.

Punto vital en la gestión del trompetista fue la creación de una serie de ensambles musicales para complementar la formación de los estudiantes. La primera de gran impacto fue la Sinfonietta Guillermo Pinto Reyes; agrupación que nace de las clases de instrumento grupal. Los instrumentistas armaban ensambles dependiendo de su instrumento. Cuerdas, alientos, guitarras estaban sueltos, “y lo que hice fue juntarlos para organizarlos como orquesta, comenzando con unos pocos e intermitentes miembros”. El debut de la Sinfonietta y de Flores como director orquestal fue el 23 de mayo de 2013 en el Teatro Manuel Doblado, con la participación de 35 integrantes entre alumnos, maestros, músicos de la Banda Municipal y de la Orquesta Típica.

La Sinfonietta llegó a tiempo para ser partícipe de los festejos por los 30 años de la EML, celebrados el 13 de agosto de 2014. Así, los conciertos se sucedieron constantemente hasta que el 14 de septiembre de 2016 debutó como Orquesta (OSPIR). Agrupación que a la fecha ha ganado prestigio con un repertorio que va desde solemnes misas hasta rock sinfónico.

A la OSPIR la respaldan agrupaciones de gran tradición, como el Coro del Instituto Cultural de León, la Orquesta Típica Municipal, la Banda Municipal de León y otras que se formaron en este periodo: la Banda Sinfónica Pedro Jiménez Rosas, el Ensamble de Percusiones, la Camerata Académica, entre otras; además de una fuerte área de niños con orquesta infantil, una orquesta de flautas, un ensamble de percusiones y el coro infantil.

Otra etapa de la que fue participe Flores fue el establecimiento oficial de la EML en la Casa Luis Long, cuya inauguración oficial fue el 3 de marzo de 2015. Sede que no sólo preserva un gran bagaje histórico, sino que además goza de la vida académica y de espectáculos. La primera es alimentada por una matrícula con más de 670 alumnos.

La segunda radica en las Noches de Concierto en la Casa Luis Long, donde “a lo largo de los 30 conciertos ofrecidos desde 2015, hemos recibido un promedio de 110 personas por evento”, lo que ha logrado posicionar el inmueble con un foro musical.

Esta breve historia no podría estar completa sin contemplar que los alumnos han probado un sinfín de escenarios. “Un aspecto que considero muy exitoso fue la presencia musical de la escuela. Gracias al coro, a los ensambles y orquestas, tenemos presencia en Silao, Purísima, Manuel Doblado, San Pancho, Guanajuato, San Miguel de Allende, Dolores Hidalgo e incluso Puerto Vallarta. Entonces ya no sólo se queda en visibilidad de la escuela, sino que pone en la mira a León como formador de músicos”.

Para Luis Flores Villagómez, el camino de la EML apenas comienza. Su gestión fue protagonizada por el ordenamiento y la exploración, trabajando de la mano con un equipo administrativo al interior y con todas las direcciones del ICL. Deja pendiente el trabajo de “consolidación de las agrupaciones, seguimiento de los egresados y titulados, y el incremento del personal de apoyo para responder al crecimiento de la Escuela”.

Buena suerte, Luis Trompetas.

• Texto publicado en la Revista Cultural Alternativas n85 Julio 2017