Antirecital en el Teatro María Grever

El martes 23 de mayo el Teatro María Grever será escenario de un ‘Antirecital’ con la participación de 12 músicos en escena. Este evento organizado por Eduardo Esquivel busca que tanto el público como los participantes, aprendan a sentir a través de un proceso de comunicación sensible que se adquiere fuera del aula. Descubre otra forma de acercarte a la música en punto de las 20:00 horas. La entrada será gratuita.

La música tiene muchas maneras de ser interpretada y también existen muchas formas de acercarse a ella. Es por ello que Eduardo Esquivel invita al público a un Antirecital que se llevará a cabo el martes 23 de mayo en el Teatro María Grever en punto de las 20:00 horas. 

Para Esquivel, desde que el alumno comienza su instrucción en la hermenéutica de la música, existe la apropiación de su voluntad hacia el conocimiento, hacia el estudio y la metodología; llaves, herramientas, que ayuden a devolver su significado a los textos musicales. Sin embargo, la formación técnica, estilística, histórica y contextual (entre muchas otras) termina por convertir el proceso hermenéutico, en una constante aproximación. Los primeros años de estudio, pocas veces se alcanza al 100 por ciento el proceso hermenéutico, y los acercamientos van haciendo la formación suficiente, para que en unos años, el alumno pueda llegar al proceso más difícil del arte escénico en la interpretación musical: aprender a sentir.

La comunicación sensible, está fuera de las aulas. No aprendemos a sentirnos como humanos expresivos, no aprendemos a sentirnos en la otredad (como público), no participamos de la recreación metodológica de la sensibilidad implícita del lenguaje musical (o al menos, no lo estudiamos, como estudiamos la digitación y la resistencia física al instrumento); Ahí funciona el Antirecital.

El Antirecital trata de enseñar que la libertad es responsabilidad, y la responsabilidad es aprender a decidir. Se aprende a decidir desde la parte más primordial en la relación que existe al escuchar música: disfrutar. Existe el antirecital para enseñarle al artista que no se le olvide sentir, sentirse y sentirnos, en el aspecto en el que el concierto sigue funcionando, como una retroalimentación que existe continuamente en la momentaneidad, en la intimidad de comunicar desde lo sensible. Sin reglas, con apoyo audiovisual y desde el aprendizaje de la libertad.