Sistemas obsoletos de Arcángelo Constantini

Arcángelo Constantini visitó la ciudad de León como uno de los artistas invitados del FIACmx para compartir con el público dos obras de su autoría: Spark Un-plug, pieza que se encuentra en la Galería Eloísa Jiménez, y el performanece Atari- noise que se presentó el lunes 28 de noviembre en el Teatro María Grever. El artista nos comparte una reflexión sobre estas dos intervenciones.

¿Cuál es el antecedente de Spark Un-plug, la pieza que se encuentra en la Galería Eloísa Jiménez?

A: Spark Un-plug es una pieza que hice en 2006 para La Constancia, la primera fábrica textil de Latinoamérica que se encuentra en la ciudad de Puebla. Una de las principales preocupaciones era la problemática del agua en los sistemas industriales. Spark Un-plug es el nombre en inglés de una bujía, el sistema principal de los motores de combustión interna. Investigando más a fondo descubrí que estos motores utilizan alto voltaje para quemar el combustible, y lo que se quemaba hace 200 años era hidrógeno.

Esta pieza es una matriz de 300 bujías separadas en grupos de 9. Hay un bloque de hielo y una caja para limosnas donde pones una moneda y activas el proceso de la pieza. Esta se llevó a cabo haciendo una medición a partir de una variable de temperatura, humedad, y Co2; toma esa variable y activa un sistema de alto voltaje que a su vez activa las bujías, y lo que observas es una simulación de estados del agua. Estas variables significativas se encuentran relacionadas con el cambio climatológico.

El agua cumple un ciclo hidrológico en la naturaleza, se encuentra en constante transformación, pasando continuamente de un estado a otro. Lo que ves en esta pieza son simulaciones de lluvia, de vapor y de cristales de hielo. Los motores de combustión interna son motores ineficientes, porque es un uso ineficiente de la energía; utiliza el 20 o el 30 por ciento de la energía que se procesa para mover al vehículo, el resto es calor y contaminantes. Los graves problemas de la combustión es lo que está afectando el ciclo hidrológico del agua, generando el efecto invernadero. El agua está levantando la temperatura de la tierra y está perdiendo su capacidad natural de convertirse en hielo. Los polos se están deshilando. Aquí hay una relación con los sistemas obsoletos como son los motores de combustión interna. 

La pieza también habla mucho sobre los misticismos y la tecnología,  ya que el agua es un elemento súper importante para las religiones. Es un vehículo de transformación, de cambio, y para muchos es el medio por el cual el alma fluye a distintos niveles de conciencia. En la física, el agua es un contendedor de energía porque guarda uno de los elementos más abundantes en el universo que es el hidrógeno en los enlaces covalentes con el oxígeno. Resulta contradictorio que este primer motor de combustión interna estuviera utilizando uno de los elementos más abundantes, pero los poderes fácticos que controlan la extracción de energía, petróleo y gas, mantienen a la sociedad adicta a este consumo de hidrocarburos causante de muchos de los grandes males de la humanidad: guerras, capitalismo devastador y contaminación del planeta. Esta pieza es un diálogo entre estos dos sistemas, entre la bujía y el hielo (que es el disipador de la temperatura en la tierra), ya que también las bujías son un disipador de las temperaturas de los motores.

Es curioso porque la mayor parte de la energía que se consume y se produce en el planeta proviene del uso del agua, hasta la nuclear. La termonuclear utiliza el calor de los elementos radiactivos para calentar el agua. Actualmente la sociedad está destruyendo la molécula del agua, utilizando agua con químicos que liberan gases atrapados en las piedras, destruyendo los mantos acuíferos. Son industrias que tienen ganancias inmediatas sin pensar que el tesoro real que se encuentra en las piedras y bajo la superficie de la tierra, que es el agua, no el petróleo. 

Ya había trabajado en otros momentos con la idea del agua, pero esta pieza busca generar diálogos a partir de este elemento que es un misterio, incluso para la ciencia. Tenemos más preguntas que respuestas en los procesos que conlleva, también para la astronomía. He tratado de utilizar hipótesis de todos los modelos de pensamiento humano para construir nuevas hipótesis sin ninguna preocupación. Es principalmente una especulación sobre los misterios de la vida, de la conciencia, etc. Hasta el momento se ha mostrado en México, en Puebla, en el MIDE y en la Galería Metropolitana de la UAM. 

¿Nos puedes hablar sobre el proyecto Atari-noise? 

A: En Atari-noise modifiqué una consola Atari 2600 para generar un patrón de ruidos aleatorios. Transformé la máquina y modifiqué los procesos con los que estaba pensada para construir nuevos procesos estéticos y formales sobre el uso de la tecnología. Esa pieza la hice en el año de 1999 y desde entonces he trabajado con arte en red.

Siempre ha sido un interés particular y personal trabajar sobre la consistencia de la materia. Nuestra conciencia está dialogando con tres percepciones: el espacio concreto, donde la entropía es la regla y todo está en transformación, donde la materia está degradándose, está cambiando. Con la materia de los sueños, otro de los espacios donde habitamos incluso más tiempo que en el espacio concreto y que también tiene sus propias reglas, su propia manera de funcionar; y con el espacio de lo digital, este nuevo espacio que estamos construyendo desde los datos y bits. En mi investigación me he centrado en analizar el proceso del error desde estos 3 espacios, de cómo están interconectados entre ellos y cómo uno influencia al otro, y de la manera en la que la tecnología nos provoca cierto estado onírico. También me interesa la obsolescencia de los objetos, las arquitecturas y la permanencia de los seres biológicos.

En el espacio de lo digital no existe la entropía.  El bit es un bit y no hay decadencia porque es un algoritmo de información. Mientras se mantenga la fuente que es el disco duro, la memoria, el bit no sufre cambios; entonces el error, el glitch, es como un acceso a esa entropía, a esa decadencia dentro de los sistemas digitales. Es la mera interpretación errónea del código por la máquina y con Atari-noise yo lo hacía a partir de cortos circuitos que mandaban errores fallidos al procesador de la consola y la atrapaba en bucles informáticos.

Yo lo veo así: errar es humano y sí hay error en las máquinas ¿Eso las humaniza? ¿Les otorga alguna especie de espíritu? Soy muy animista y me gusta pensar en cómo los objetos transforman nuestra percepción del espacio. Con todo lo que se viene de realidad virtual, en realidad nos están engañando, porque lo que vemos en la pantalla no existe y nosotros creemos que sí cuando en realidad es luz producida por una pantalla. Me gusta provocarle a la gente esas dudas sobre la tecnología.  

Conoce más del trabajo de Arcángelo Constantini en su página web