Cempasúchil, tradición medicinal

La flor de Cempasúchil no solo es famosa por su uso en las ofrendas de Día de Muertos, esta flor de intenso color que crece en las faldas del volcán Popocatépetl además de funcionar como planta de ornato, también posee propiedades curativas y se recomienda para dolor de estómago, parásitos intestinales, empacho, diarrea, cólicos y afecciones hepáticas.

La Tagetes erecta Linnaeus de la familia Compositae, mejor conocida como flor de Cempasúchil, común en esta época del año por ser uno de los elementos indispensables de los altares y ofrendas de Día de Muertos en nuestro país. Por la forma de sus pétalos y su color,  representa en algunos grupos indígenas al sol que da vida y calor. Se cree que su aroma dirige la llegada de las ánimas del más allá y es a través del caminito que se forma con los pétalos que las almas de los difuntos llegan hasta la ofrenda. Sin embargo, esta maravillosa flor que crece en las faldas del volcán Popocatépetl  también tiene propiedades curativas y en muchos lugares se utiliza para tratar dolores de estómago y problemas respiratorios.

Un té de tallo y flor de Cempasúchil ayuda a combatir el  dolor de estómago, a matar parásitos intestinales y curar el empacho, la diarrea, los cólicos y algunas afecciones hepáticas, así como la indigestión. También se recomienda para apaciguar el dolor de muelas y se utiliza en casos de enfriamiento y gripas.

Esta hermosa flor nace en climas cálido, semicálido, seco y templado. Es común verla en Puebla, Sinaloa, Tlaxcala y Veracruz, y es un elemento más de la rica cultura que nos representa alrededor del mundo.