Fachada de la Excárcel: emblema del Bajío

El Archivo Histórico de León  guarda información que constata que el primer edificio en la esquina de las actuales calles Belisario Domínguez y Justo Sierra fue fundado como hospital de los santos Cosme y Damián en 1582 por Alonso de Espino. En 1899, comenzó a construirse la cárcel municipal,  inaugurada tres años después (1902). Y permaneciendo con ese uso hasta la década de los ochenta.

El edificio, que albergará el Museo de Identidades Leonesas (MIL), está muy influenciado por la tendencia ecléctico/historicista de la época porfiriana. Como se encuentra en la intersección de dos calles, la fachada principal se construyó en la esquina (cortada en pan coupé, estilo popular en la época), para mostrar su grandeza desde cualquier punto. El material utilizado es en su totalidad de cantera veteada con tonalidades de blancos, rojos, rosas,grises y violetas que producen un efecto visual interesante y cautivador.

La fachada está conformada por tres calles y dos cuerpos y un ático reducido con el remate en la calle central. Las calles se encuentran delimitadas por seis columnas de orden gigante sobre altos pedestales, coronadas por capiteles compuestos. Estas características pueden estar inspiradas en el italiano Scamozzi, uno de los autores favoritos del XIX mexicano. En general, los elementos arquitectónicos denotan una voluntad de estilo académica, al menos en la forma, a pesar de la fecha avanzada.

La planta baja presenta tres accesos monumentales de aspecto y tamaño idénticos. En la actualidad, los vanos laterales se encuentran clausurados por un remarcable trabajo en herrería con patrones geométricos, mientras que en los dinteles de las puertas aparecen tres ménsulas, dos ‘inginocchiattas’ en función de los capiteles de las jambas y otra más sustentando la balconada, separadas por relieves con ornamentación vegetal.

La planta alta o piano nobile está articulada con tres balcones. Las balaustradas tienen una forma tradicional con un pequeño detalle de relieve floral, aunque las esquinas presentan un diseño diferente, con dos grandes aletones compuestos por elementos vegetales. Las ménsulas, tanto las de los balcones como las de la cornisa principal, así como los grandes mascarones que fungen como claves de las ventanas superiores, presentan el mismo tipo de relieves con ornamentación fitomorfa.

En el ático hallamos un remate con un medallón al centro, posado sobre una corona de hojas de olivo y rodeado por dos volutas, flanqueado por una almena estilizada con arcos trilobulados, de estilo ‘neogótico’. En el medallón se encuentra la leyenda ‘Cárcel Municipal 1899-1902’, dejando clara la fecha de construcción del inmueble.

La fachada es una de las muestras más refinadas de la arquitectura de 1900 en el Bajío. No es menor la calidad del trabajo de la herrería, en particular la ornamentación de las dos puertas que flanquean la entrada principal. La estructura final de herrería crea un modelo simple pero elegante y sofisticado.

Las fachadas laterales son austeras por su carácter de edificio funcional. Cuentan con cinco ventanas inferiores y cinco superiores. En cada uno de los extremos hay pilastras compuestas. Las ventanas inferiores presentan marcos de cantera del mismo color que el tabique y herrería debarrotes sencillos. Las ventanas superiores llevan marcos en el mismo tipo de cantera que la fachada principal, con balaustras en herrería.

En conclusión, la antigua fachada de la Excárcel de León es una obra muy representativa de principios del siglo XX en el Bajío. La composición armoniosa y equilibrada entre la cantera, losornamentos vegetales y la herrería es exquisita. Por eso es fundamental proteger y secundar la conservación y restauración del edificio como un patrimonio de todos.

• Artículo publicado en la Revista Cultural Alternativas de Julio

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