Cierra monólogos 'el alma corrupta de México'

Existe una conocida frase que dicta lo siguiente: “Quien no conoce su historia está condenado a repetir sus errores”. Sin embargo, parece que en México nunca se ha oído hablar de ella. Dicen que me parezco a Santa Anna ¡Y ni guitarra tengo! de Arte Nuevo de México, es un divertido unipersonal en donde el pasado y el presente conviven en un mismo plano. 

Cansado de que lo juzguen como traidor a la patria y uno de los peores presidentes de la historia de México, Antonio López de Santa Anna solicita la ayuda de un peculiar medium llamado Gran Chilacáyotl, para transfigurarce en la época actual y solicitar una audiencia pública que le permita limpiar su nombre. 

De esta forma, el Gran Chilacáyotl le presta su cuerpo al ex presidente, quien, haciendo uso de una nueva coraza que le permite expresarse a sus anchas, explica su versión de la historia en donde claramente sale beneficiado. 

Cada paso de este excéntrico personaje, cuanta con acompañamiento musical en vivo gracias a la interepretación de Juan Ramón Sandoval Prado que se convierte (al igual que el público), en testigo de los acontecimientos históricos que suceden sobre el escenario; desde la venta de La Mesilla hasta las númerosas batallas perdidas del militar y político originario de Veracrúz. 

A través de su interpretación, Issac Pérez Calzada cierra con broche de oro el Festival de Monólogos con dos personajes entrañables que invitan al público a reflexionar sobre el pasado y el presente de México.

Gracias a la iluminación de Regina Morales Ramos, vestuario de Esther Orozco y Prodicción de Karla Sánchez, Arte Nuevo de México realiza un hilarante recorrido entre verdades y mentiras que logra rascar sobre la superficie de la memoria histórica del espectador hasta mostrar una dolorosa realidad: los traidores a la patria, aquellos que dan la espalda al pueblo, siguen siendo nuestros gobernantes. 

Crece el número de asistentes

Más de mil 600 personas acudieron al Teatro María Grever para disfrutar del 11 Festival de Monólogos, Teatro a una sola voz 2015, duplicando el número de asistentes del año pasado que fue de 730, con un promedio de 230 personas por función, confirmando a León como una sede valiosa para este Festival.