La Máquina de Teatro llega a León

La presencia de Clarissa Malheiros y Juliana Faesler en el Teatro María Grever, fue un acontecimiento que entremezcló el mundo místico con lo real. La Hora del Diablo, protagonizada por Satanás (pensador que contempla el mundo y reflexiona acerca del hombre y su destino a través de textos de Pessoa, San Agustín, Willem Flussler y Cecilia Lemus), invita al espectador a interiorizar y responsabilizarse de sus actos y decisiones.

La historia judeocristiana relaciona al Diablo con una figura que denota por sí misma maldad, calumnia, engaño, tentación y mentira. Se trata de un ser sobrenatural representado a través de formas grotescas y semihumanas que lo hacen temible y repudiado a través de las generaciones y al que se le atribuyen todos los aspectos negativos del hombre y el mundo. 

A través de La Hora del Diablo, Clarissa Malheiros le da oportunidad al Diablo de expresarse a manera de hombre que observa a otros hombres y como un ser sensible que contempla el mundo y se estremece ante la inmensidad del universo y las posibilidades de la imaginación. 

¿Acaso es el Diablo el que obliga al hombre a cometer los peores actos de violencia y crueldad contra los de su misma especie y contra otras especies, al grado de desaparecerlas de la faz de la tierra? Esta es una de las muchas incógnitas que el personaje del Diablo siembra en el espectador, invitándolo a interiorizar y responsabilizarse de sus actos y decisiones como un ser imperfecto, condenado a la libertad. 

Con una iluminación a cargo de Juliana Faesler, La Hora del Diablo transporta al espectador a los distintos lugares que componen el viaje del Diablo a través de sus recuerdos y los confines de la tierra. El escenario repleto de cabezas fabricadas por Salomé Tovar, son manipuladas constantemente por el Diablo, exhortando al espectador a mirarse en ellas como en un espejo y reconocerse en los textos de Pessoa, San Agustín y Willem Flussler. 

En nuestros actos está nuestro destino y el Diablo no es más que un personaje desterrado y mal entendido que ha sido utilizado a lo largo del tiempo por los hombres para justificar algunas de las peores atrocidades y en ocasiones, ni los poetas (quienes se dicen sus amigos por naturaleza), saben defenderlo. 

Al finalizar la intervención de la Máquina de Teatro, el numeroso público que acudió la noche del miércoles 29 de julio al Teatro María Grever, tuvo la oportunidad de entablar una charla con el Diablo al compartir con Clarissa Malheiros (aún caracterizada), algunas de sus impresiones y reflexiones acerca de la obra. Más tarde, Juliana Faesler se uniría a ésta conversación recordando a los asistentes la necesidad de preservar el concepto de comunidad. 

La Hora del Diablo, se convirtió en el penúltimo unipersonal en presentarse en la ciudad de León como parte del 11 Festival de Monólogos, Teatro a una sola Voz. 

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