La terquedad del siglo XX en la esperanza hoy

Marcos Daniel Aguilar es editor de la gaceta Cariátide y colaborador de los suplementos La Jornada Semanal y Laberinto. Con un ámplio dominio sobre el género ensayístico y con Alfonso Reyes como uno de sus pilares, publica el libro ‘La terquedad de la esperanza’, donde revisa a los pensadores del siglo XX y transporta sus palabras a nuestros días.

Coautor de ‘Un escritor en la tierra. José Revueltas’ autor del libro de ensayo ‘Un informante en el olvido: Alfonso Reyes de la colección Periodismo Cultural’, Marcos Daniel Aguilar nos presenta su nueva entrega ‘La terquedad de la esperanza’, donde hace uso de la ficción y la imaginación lleva al género ensayístico al borde sus posibilidades a partir de los integrantes del Ateneo de la Juventud en México.

Utiliza el ensayo como instrumento de crítica de la cultura entendiendo que en la cultura están las artes, la política y la economía; un género que nos habla sobre cómo entender el presente por medio del conocimiento del pasado y las tradiciones sociales, y sobre cómo hace un siglo se defendió la libertad de expresión, de cátedra, y se luchó contra la injusticia social.

“Lo que traté en este libro era no sólo hablar sobre la gestación y desarrollo del Ateneo a comienzos del siglo XX, sino hacer también un ensayo sobre el ensayo mismo como uno de los géneros más abiertos y creativos que hemos construido en Hispanoamérica. En cuatro partes, fui del ensayo académico, pasando por el llamado ensayo creativo-literario, para llevar al género hacia la narrativa, la ficción e incluso la prosa poética”, describió el autor.

‘La terquedad de la esperanza’ es un texto que habla sobre la formación de un grupo de jóvenes universitarios que desearon un cambio no sólo en la educación y la cultura mexicana, sino en la política y en la sociedad en general: “el Ateneo fue la reunión de muchas ideas que convergieron en el objetivo de criticar y echar a abajo la falsa idea del progreso racional positivista que no sólo imperaba en las políticas y economías del México porfiriano, sino que permeaba en casi toda América y parte de Europa".

“Este grupo, por medio de conferencias y ensayos publicados en periódicos y revistas, trató de decirles a los lectores que el orden y progreso mercantilista no había solucionado las injusticias sociales, que no había erradicado la pobreza ni la ignorancia. Por ello, criticaron y trataron de incentivar una nueva cultura ética y moral por medio de sus tratados estéticos y literarios provenientes de las más diversas corrientes de la filosofía, la historia y la ciencia”.

Marcos Daniel Aguilar intenta traer al siglo XXI el pensamiento y el espíritu de esperanza de estos jóvenes de comienzos del siglo XX que intentaron cambiar el tiempo decadente que les tocó vivir. Menciona que “es un poco recuperar sus palabras y ponerlas a jugar en el siglo XXI. ¿Para qué querían crear Alfonso Reyes o José Vasconcelos, por ejemplo, una nueva moral, una conciencia de su medio, una sociedad civil que llevara a la justicia, una justicia que llevara a la libertad y una libertad que llevara al amor? Estos jóvenes críticos nos brindan a décadas de distancia una lección de lo que los ciudadanos de hoy debemos tomar en cuenta”.