Miguel Ángel Asturias: el Nobel olvidado

Miguel Ángel Asturias es uno de los pilares de la modernidad en la literatura hispanoamericana. Creador del Realismo Mágico y padre del 'Boom' junto a Onetti, Rulfo, Carpentier y Borges. El segundo escritor latinoamericano en ganar el Nobel.  Sin embargo se cumplen 40 años de su muerte y su país, Guatemala, guarda silencio.

El 9 de junio de 1974 murió en Madrid uno de los mayores hombres de maíz que ha dado Latinoamérica: Miguel Ángel Asturias, nacido en Guatemala capital poco antes del cambio de siglo. Este lunes se cumplen 40 años de la muerte del Nobel de literatura, de uno de los mayores novelistas en lengua española del siglo pasado, y su país, aquél que retrató en todas sus novelas y cuyas raíces indígenas rescató y revaloró, lo ha olvidado y no tiene para él ni un solo homenaje agendado.

Justo cuando Ciudad Guatemala ha sido nombrada Capital Iberoamericana de la Cultura 2015, olvidan a uno de sus hijos más ilustres. “Ni siquiera estábamos advertidos”, le respondió la jefa de información del Ministerio de Cultura, Claudia Velásquez, a José Elías, corresponsal de El País en Guatemala. “Te agradecemos que nos alertaras. Vamos a emitir un boletín al respecto y lo distribuiremos a la prensa”.

¿Cómo olvidar al autor de ‘Hombres de maíz’ o ‘El señor presidente’? El legado de Asturias es tan vasto y de un alcance tan profundo en las letras hispanoamericanas que aún sin haberlo leído directamente, leemos sus huellas. El Realismo Mágico se gestó en su ilustre mente prácticamente al mismo tiempo en que Alejo Carpentier postulaba lo ‘Real maravilloso’ y mucho antes de que García Márquez lo hiciera famoso. Fue uno de los pioneros americanos en el surrealismo y sus estudios de lingüística y antropología mostraron a los escritores venideros que la literatura se nutre de muchas ciencias. Pocos como él han sabido unir las vanguardias extranjeras con las raíces propias: en Asturias conviven la mitología maya, la torturada realidad política de Guatemala y los recursos narrativos de las corrientes americanas y europeas.

“Ignorar a Asturias”, comenta el escritor guatemalteco Gerardo Guinea, Premio Nacional de Literatura 2009, “es una muestra de la ignorancia supina del Estado de Guatemala —que no de algún Gobierno en particular— con respecto a la importancia que Miguel Ángel Asturias tiene en la literatura en español. Algo que da pena y vergüenza ajena”.

Según su nieto, Sandino Asturias, esta sombra sobre su abuelo es todavía el resabio de una política absurda y revanchista: “Miguel Ángel Asturias tiene dos facetas excepcionales y universales. Encabezó un movimiento de intelectuales que luchaban contra las dictaduras de su época y puso ante los ojos del mundo la realidad sangrante que se vivía, y se vive, en este país”, y esos pecados no se los va a perdonar la ultraderecha del país.

Asturias también denunció los regímenes totalitarios de América Latina y el intervencionismo de EUA. Por sus convicciones y escritos tuvo que vivir casi toda su vida adulta exiliado en Paris y posteriormente en Madrid, aunque también estuvo un tiempo en México, donde publicó ‘El señor presidente’.

Su exilio no terminó con la muerte, aún en la eternidad lo acompaña. En Guatemala sólo un pequeño número de intelectuales rescata su memoria con una edición primorosamente cuidada de sus obras más emblemáticas y a precios que estén alrededor de 100 pesos mexicanos.