Adiós a García Márquez, el escritor universal

Nació en Aracataca (Colombia) el 6 de marzo de 1927. Murió en la Ciudad de México el 17 de abril de 2014. Entre dos fechas: millares de palabras, un pueblo mítico, una literatura grandiosa, una realidad donde irrumpió la fantasía, un hombre: Gabriel García Márquez. A los 87 años decimos adiós a uno de los grandes mitos literarios.

El jueves 17 de abril llegamos al trágico desenlace de una muerte anunciada. Las noticias irán aclarando las circunstancias de su muerte, pero la literatura nos invita a imaginar que García Márquez ascendió este día en cuerpo y alma al cielo, tal como lo hiciera Remedios La Bella. Nos deja sus novelas, sus crónicas, sus cuentos, que no son poca cosa y sin embargo lo extrañaremos pues nunca se nos había ocurrido siquiera pensar que el Coronel se quedaría sin quien lo escribió.

Para Gabriel García Márquez toda América Latina se condensaba en la imagen de un patio trasero que huele a guayaba. Para muchos, Latinoamérica se condensa en los libros de un escritor salido de Aracataca. Melquiades mostró a Macondo el hielo y los imanes, les hizo recuperar la memoria y finalmente escribió la gran novela premonitoria donde cupieron todas las vidas. García Márquez fue el Melquiades de nuestro mundo.

Fabulador portentoso, prosista de máxima altura, escritor como ningún otro. Traducido a 36 idiomas, con más de 40 millones de libros vendidos y decenas de premios, entre ellos el Nobel de Literatura, en su persona se dio el prodigio de la coincidencia entre el inmenso talento y el extenso reconocimiento. Esparcido su talento en millares de reportajes y decenas de novelas y cuentos, García Márquez descubrió el secreto para multiplicar la magia en lugar de dividirla.

Podrá o no gustarnos García Márquez, pero negar su importancia para nuestro idioma y para la literatura hispanoamericana sería una empresa absurda. Otros imprescindibles escribieron sobre su legado. Pablo Neruda llamó a Cien años de soledad “la mayor revelación en lengua española desde el Don Quijote de Cervantes”, para Borges ese mismo título no era solamente uno de los mejores de la literatura reciente, sino de la literatura universal.

Leer su obra es toparse con la realidad más profunda desnudada por una fantasía que irrumpe luminosa. Se le extrañará, nos hará falta, pero seguiremos hundiéndonos en el barroquismo hipnótico de su prosa, asombrándonos con sus imágenes incandescentes, con el trazo impecable de sus complejas tramas. Continuaremos tercamente enfrentando a la vida con la ayuda de su magia.

"No creas todo lo que dicen en las noticias. En la literatura no existe la muerte". Eso dijo Gabriel García Márquez a Carlos Fuentes cuando murió Julio Cortázar. Los tres escritores una vez viajaron juntos en un vagón, una noche mítica camino a Praga. Hoy los tres amigos se reúnen en otro tren..